Durante Semana Santa rememoramos la historia de Jesús, el hombre que sacrificó su vida para salvarnos del pecado, pero eso suceso en la historia bíblica se concretó debido a la traición de uno de sus doce apóstoles llamado Judas Iscariote, quien traicionó a su “maestro” por 30 monedas de plata.
En la biblia se afirma que Judas Iscariote nació en la población de Carioth, ubicada en Judea, en su juventud se dedicó a trabajar como economista hasta que decidió seguir a Jesús y conformó los 12 apóstoles desempeñándose como administrador de los fondos de la agrupación, pero se apropiaba del dinero de la gente pobre según el evangelio de Juan 12:6.
Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué lo traicionó, sin embargo, algunos textos evangélicos indican que Jesús sufrió mucho por la traición de Judas y se lamentaba por su deslealtad.
No obstante, un texto encontrado a orillas del Nilo y que se presume sería el evangelio de Iscariote afirma que fue el propio Jesús que le pidió que lo entregara a las autoridades a través de un beso para cumplir con la profecía, según National Geographic.
Existen varias versiones sobre su muerte, algunos textos señalan que el discípulo devolvió el dinero a los sacerdotes porque quiso enmendar su error, pero su cargo de conciencia era tan grande que se colgó de un árbol. Otra versión manifiesta que utilizó las 30 monedas de plata para comprarse un campo y ahí se rompió la cabeza y falleció.