Las mujeres sanas pueden escoger el método anticonceptivo que más le convenga, siempre conociendo las ventajas y desventajas del mismo.
Una vez que el médico ha evaluado la condición de salud de la paciente, excluye métodos que puedan estar contraindicados. Por ejemplo, si tiene hipertensión arterial es posible que los métodos anovulatorios no sean los más adecuados.
Hay algunos que cumplen otras expectativas como el control de acné. Otro punto a tomar en cuenta es la paridad, planes y expectativa reproductiva de la mujer, así como sus planes de intervalo reproductivo. El método más frecuente es la píldora anticonceptiva. Sin embargo, las estadísticas nacionales del Minsa indican que el método más usado es el inyectable.
El uso de anticonceptivos tiene beneficios individuales porque permite equilibrar expectativas de desarrollo personal, laboral, familiar así como disfrutar de la sexualidad ya que permite separar el acto sexual de su consecuencia reproductiva.