Por Amadís de Lima
Hace 50 años, el escritor peruano José María Arguedas dejó de existir y dejó un legado literario y cultural en sus escritos. El autor de ‘Todas las sangres’ se disparó en la cabeza el 28 de noviembre de 1969 cuando estaba en las instalaciones de la Universidad Nacional Agraria La Molina; el 2 de diciembre de aquel año murió tras días de agonía producto del suicidio.
Un día antes de aquel fatídico 28 de noviembre, Arguedas escribió una carta dirigida a su esposa Sybila Arredondo. En la misiva, el escritor se despide de su amada y de Carolina, hija del primer matrimonio de Sybila: “Me voy de la vida sin más agobio verdadero que el de dejarte y dejar a Carolina. Pero verdaderamente tengo un cansancio irrecuperable”.
Los traumas y demonios internos siempre agobiaron José María Arguedas, nacido en Andahuaylas, desde los tempranos años de su vida cuando vivía en Apurímac. La depresión de Arguedas se hizo crisis en 1966 llevándolo a un primer intento de suicidio. Desde algunos años atrás, el escritor venía recibiendo múltiples tratamientos psiquiátricos. Y al margen de su salud mental, la incomprensión literaria de sus obras por parte del círculo académico lo frustró mucho más, pero fue consciente de la calidad y trascendencia de su literatura.
Por ello, en la carta previa a su suicidio, José María Arguedas se preocupa por sus obras literarias respecto de la publicación, en aquel entonces, de ‘El zorro de arriba y el zorro de abajo’: “Cuida de la edición de los ‘Zorros’. Si Losada no lo aceptara como está ofrécelo a Siglo XXI o que quizá a una peruana. Uds., con E. A., decidan si debe ir en el libro la carta a Losada”.
Horas antes de proceder en acabar con su vida, el escritor consideraba que su mejor obra era ‘Todas las sangres’: “es mi mejor obra. No lo rechaces. ¡No me rechaces! Creo que produje todo lo que de mí podía esperarse”, señala la carta en referencia a los derechos que Arguedas otorgaba por esta obra a su mujer. Pero no, el también poeta se equivocó: Con el transcurrir de los años y estudios de críticos, la mejor obra de José María Arguedas es el ‘El zorro de arriba y el zorro de abajo’, pero esto es un tema aparte.
Junto a sus obras, Arguedas tuvo un aprecio muy especial por Sybila, la mujer que lo sostenía en su crisis emocional: “Comprende y cree en esto: sin ti seguramente me habría extinguido antes. Te siento inocente y pura […] Ojalá te quedes en Lima y te cases solo cuando estés muy segura. Te ruego seguir llevando mi apellido cosa que anhelo con orgullo”, escribió y firmó Arguedas el 27 de noviembre de 1969. A continuación, la carta que escribió a puño y letra y su transcripción.
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