Una joven estadounidense se salvó de morir en las profundidades del Gran Cañón, Estados Unidos, mientras intentaba tomar una foto a su madre. La aterradora situación tuvo lugar a finales de octubre y fue grabado por otro turista que se encontraba cerca del lugar.
La mujer casi cae en el abismo ubicado en Arizona. En las imágenes se puede ver a Emily Koford, como así se llama la afortunada turista que se salvó del infortunio, y a su madre Erin contemplando el paisaje al borde de un acantilado que no cuenta con barreras de seguridad.
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En ese marco, y con la intención de tomar una buena foto, Emily retrocedió unos pasos sin mirar el abismo inminente que había detrás de ella: un leve movimiento provocó que su pie resbale y, como consecuencia de ello, su cuerpo se inclinó ligeramente rumbo al precipicio, pero la suerte quiso que solo tambaleara y luego pueda recuperar el equilibrio para salvarse de una muerte segura.
Después del hecho, la madre se pegó el susto de su vida y resondró a su hija: "Tan pronto como supe que estaba bien, me enojé mucho por lo que había hecho", refirió Erin, quien mortificada nunca olvidará esta negra anécdota.
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