Hace un año, Keiko Fujimori fue detenida por sus presuntos vínculos con la empresa Odebrecht. Todo empezó cuando la lideresa de Fuerza Popular acudió a la Fiscalía para cumplir con una diligencia; sin embargo, fue sorprendida con una notificación sobre su detención.
Fue el 10 de octubre de 2018, cuando la lideresa de Fuerza Popular llegó con su esposo, Mark Vito, a la Fiscalía de Lavado de Activos para cumplir con unas diligencias. La Policía de la División de Alta Complejidad la notificó sobre su detención preliminar por 10 días.
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PEDIDO DEL FISCAL
El juez Richard Concepción Carhuancho había ordenado la detención preliminar de Keiko Fujimori a pedido del fiscal José Domingo Pérez. La medida judicial incluyó a 19 personas vinculadas a Fuerza Popular. Se les investigaba por presuntos aportes irregulares de la constructora Odebrecht a su campaña electoral en 2011.
Mientras Mark Vito declaraba a la prensa, Keiko Fujimori era esposada y trasladada a Medicina Legal. Una semana después, la Corte Superior la liberó, pero el 1 de noviembre volvió a la cárcel.
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Por existir fundados elementos de convicción del delito de lavados de activos, el juez Richard Concepción Carhuancho dictó 36 meses de prisión preventiva por peligro de fuga y obstaculización en la investigación fiscal.
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