Terrible. Un bebé de tan solo unos días de nacido fue hallado muerto en un precipio, a unos 200 metros de profundidad, del centro poblado de Villa Santa María de la provincia de Chanchamayo, Junín.
Su joven madre de 15 años quien le dio muerte, narró a la policía dos versiones de lo sucedido para no ser vinculada con el asesinato, pero al ver que ya no podía seguir mintiendo más y porque lo que declaraba cada vez tenía menos sentido, terminó confesando su crimen.
LEE MÁS: Argentina: mata a su esposa, su suegra y se suicida chocando su carro contra un puente
Reveló ser ella no solo la responsable del filicidio, sino que además arrojó al pequeño por una pendiente con el fin de deshacerse de su cadáver.
Según narró la adolescente, el menor de cinco meses de edad no dejaba de llorar, lo que le hizo perder el control. Le preparó su biberón con harina y leche; luego aplastó muy fuerte el biberón contra la boca del bebé, lo que provocó que este temrine ahogándose con el líquido.
Al percatarse de lo sucedido, llenó en una bolsa el cuerpo del menor y lo trasladó hacia una quebrada, donde lo arrojó entre los arbustos y volvió a su casa.
La policía encontró el cadáver del recién nacido luego que su madre, una adolescente de 15 años confesó que su hijo había muerto por atragantamiento cuando tomaba leche de su biberón.
El cadáver hallado por los agentes presenta golpes y fractura de huesos.
MIRA TAMBIÉN: Callao: menor asesina a hombre y secuestra a taxista para huir
La joven madre fue detenida por la policía por cargos de filicidio. El Ministerio Público y la Policía Nacional ya investigan el caso.
Revisa todas las noticias escritas por el staff de redactores de El Popular.