Ante el mayoritario rechazo de la ciudadanía y la comunidad internacional por el indulto que concedió a Alberto Fujimori, sentenciado por violaciones a los derechos humanos por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, el presidente Pedro Pablo Kuczynski rompió su silencio y defendió la decisión que adoptó el pasado 23 de diciembre.
Desde la localidad de Chala, Arequipa, a donde acudió para inspeccionar los daños que dejó el sismo de 6.8 grados que ocurrió en la madrugada, el jefe de Estado dijo que nunca hubo negociación alguna para liberar al exdictador.
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"Somos una democracia y este tema del indulto humanitario lo vengo hablando hace muchos veces, y al final prevaleció la opinión de los médicos. No hubo ninguna negociación con nadie", declaró.
En otro momento, el mandatario no quiso entrar en detalles sobre la próxima audiencia que habrá el 2 de febrero en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para abordar el caso del indulto a Alberto Fujimori."Se verá en su momento", fue su escueta respuesta a la prensa.
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Cabe señalar que, en la mencionada audiencia de la Corte IDH, la defensa legal de los familiares de las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta expondrán por qué el indulto a Fujimori no fue humanitario sino político.
Como se recuerda, según versiones periodísticas, el presidente Kuczynski concedió esta gracia presidencial a Alberto Fujimori como agradecimiento a la abstención de diez legisladores de Fuerza Popular -liderados por Kenji Fujimori- que evitaron su vacancia en el Congreso.
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