Venezuela: 20 venezolanos con VIH llegaron a Lima en busca de antirretrovirales

De quedarse en Venezuela, los pacientes con VIH están condenados a morir. Ante la terrible escasez de antirretrovirales y medicamentos para sus terapias en su país, al menos unos 20 venezolanos emigraron a Perú, en donde actualmente luchan por sobrevivir día tras día.   

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La ONG Grupo Impulsor de Vigilancia Sobre Abastecimiento de Medicamentos Antirretrovirales (GIVAR) registró al menos 20 casos de venezolanos con VIH que llegaron a Lima con el único fin de retomar sus terapias para controlar esta enfermedad.

“Nos siguen llegando correos de personas que piden que las ayudemos para que reciban aquí los medicamentos de manera gratuita”, refirió el coordinador de dicho colectivo en el distrito de San Martín de Porres,  Martín Castillo, al portal periodístico OjoPúblico. 

Entre los 20 ciudadanos venezolanos que atraviesan este drama humanitario está el caso de una pareja de esposos que son pacientes de VIH. Se trata de Antonio y Pamela que viven hace 9 meses en Lima junto a su pequeña hija.

Los tres debieron realizar un largo éxodo por tres países para llegar finalmente a Perú. "Necesitábamos retomar nuestras terapias, pero sobre todo vivir sin angustia. Eso ayudó mucho a disminuir nuestra carga viral", contó Antonio que actualmente trabaja como ayudante en una fábrica de polos en el emporio comercial de Gamarra. Su esposa labora como vendedora en una tienda de ropa en el Centro de Lima.

“Volver a empezar no fue fácil, pero hemos tenido mucha suerte. Ahora recibimos atención en el hospital San José del Callao”, dice Pamela.

SIN SEGURO MÉDICO EN PERÚ

Los pacientes extranjeros con VIH reciben sus medicinas sin pago alguno, ya que el tratamiento antirretroviral es de acceso universal y gratuito en todo el mundo. Sin embargo, aquellos que carecen de seguro médico en el Perú deben pagar por los chequeos clínicos una tarifa que puede ser evaluada en los servicios de asistencia social de los hospitales.

“Volver a empezar no fue fácil, pero hemos tenido mucha suerte. Ahora recibimos atención en el hospital San José del Callao”, dice Pamela.