El policía Deciderio Ospina Otavo (23), quien en su patrullero evacuaba a la gente durante el desborde de tres ríos en la localidad colombiana de Mocoa, sacrificó su vida al lanzarse para intentar salvar a una niña de 12 años que era arrastrada por el alud. Sin embargo, ambos perecieron en la tragedia. El cuerpo del efectivo fue hallado a 20 kilómetros.
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Gerardo Segundo Cuao Gutiérrez, su colega, se quedó en el vehículo y se salvó.
“Siempre quiso servir a la patria y hace cinco años me dijo que quería ser policía”, solloza su padre, Enrique Ospina, al detallar que llevará el féretro a su natal Tolima.
“Cuando la tarea era servir, él siempre estaba presto a colaborar”, resalta su hermano Yojan, quien recordó que a inicios de marzo Deciderio consiguió un permiso de tres días y visitó a la familia.
El presidente Juan Manuel Santos lo alabó. “Deciderio Ospina murió enfrentando avalancha en Mocoa. Su sacrificio nunca será olvidado ¡Valentía de héroes!”, escribió en Twitter.
El jefe del Estado confirmó que la tragedia dejó 210 fallecidos, de los cuales 43 son niños. Además hay 203 heridos y decenas de desaparecidos.
La labores de rescate continúan con 1,300 personas en siete botes, 10 helicópteros, seis aviones, 63 vehículos y a pie. Se lucha contra el tiempo para hallar sobrevivientes entre los escombros y el lodo.
La ciudad no tiene agua, luz, telefonía y, lo que es peor, alimentos.
Más de 500 municipios se encuentran en alerta por posibles deslizamientos de lodo, advirtió el director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Omar Franco.
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