Por: Eduardo Guerrero
@ReporteGF
Sebastían Leonardo Díaz Merino (12) es hijo del verbo amar. Este pequeño que padece de una terrible leucemia Linfoblástica, actualmente lucha por su vida en Brasilia-Brasil al lado de sus padres y su hermanito Enmanuelle de 5 meses de nacido, país donde ha residido el ultimo año apoyado por el gobierno carioca.
Pero hoy por hoy, Sebastián necesita viajar a Estados Unidos, donde hay tratamientos experimentales que puedan hacer que su enfermedad entre en remisión y le puedan transplantar la médula osea de uno de sus familiares. La familia del menor necesita casi medio millón de dólares para tratarlo en Miami o Seattle, suma que les es imposible reunir.
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La enfermedad que afecta a Sebastián es una de las más raras leucemias que hay. Es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (un tipo de glóbulo blanco).
En enero de este año el pequeño Sebastián viajó a San Pablo con sus padres el ingeniero Juan Carlos Díaz Calderón y su madre Haydé Merino, quie estaba embarazada. En Lima habían dado poca esperanza de vida a Sebastián. Pero cuando llegó a Londrinas, Sebastián después del tratamiento llegó a presentar remisión. Es decir cero celulas cancerígenas.
Después de meses, la felicidad se instaló en la familia de Sebastián, el futuro se dibujaba de nuevo. Además había nacido Enmanuelle, el hermanito de Sebastián un perfecto donante de médula. Pero el cáncer no da tregua y volvió a coger a este valiente niño, que ya estaba internado en el Hospital Da Criança De Brasília José Alencar.
En Lima las abuelas de de Sebastián Teresa y Angelica y sus demás familiares apoyaban su lucha. Hicieron polladas para viajar a Brasil y estar en meses distinsos al lado de Sebastián.
" Es muy doloroso ver a un niño como se le escapa la vida, Sebastián, está luchando, cree muhco en Dios, nosotros haremos todo para que pueda recuperarse", dice Teresa Cano De Merino abhuela del menor.
En un recurso desesperado, Teresa Cano fue a la concentración del último cotejo entre Perú Brasil en un hotel de San Isidro, a donde acudió el presidente Pedro Pablo Kuczynski a dar aliento al seleccionado inca. Doña Teresa entre empellones logró entregarle una carta al mandatario , misiva donde explicaba el drama de Sebastián. Otro escrito estaba dirigido para el delantero del combinado patrio Paolo Guerrero tan identificado con la niñez.
" En Brasil miles de personas nos ayudaron, los medios brasileros nos apoyaron, ahora apelamos a la solidaridad de los peruanos, al presidente PPK, en estas fechas de fiestas acordemonos que hay una familia peruana que está sufriendo y a diario lucha para que la sonrisa de su hijo no se apague", dice la abuela de Sebastián, Teresa Cano, quien pese a que se ha fracturado la pierna y camina con muleta, asegura que no se le han quebrado jamás los sentimientos por su nieto.
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