Una joven de 17 años mató a balazos a su padre, escondió su cuerpo y convirtió su casa en punto de reunión para fiestas donde no faltaba el alcohol, sexo y las drogas. Ocurrió en Carolina del Norte, Estados Unidos.
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Dos años después del crimen, uno de sus invitados descubrió el cuerpo del padre de la muchacha y dio aviso a la policía que de inmediato capturó a la homicida.
Crystal Brooke Howell, que ahora tiene 19 años ha sido condenada a 25 años por el delito de homicidio, y cinco años más por esconder el cuerpo.
Se supo que la muchacha tenía tan mala relación con su padre, un periodista deportivo que decidió asesinarlo a balazos.
Con la casa sola escondió el cuerpo sin vida en un saco de dormir cubierto por plástico, e invitó a sus amigos a fiestas con alcohol, sexo y drogas.
“Howell había dicho con anterioridad a sus amigos que su padre se había suicidado”, según indica el asistente del distrito a WYFF4, y añade que “entonces ella comenzó a conducir su coche y a gastarse su dinero”.
Sus amigos se mudaron a la casa, donde hacían fiestas en las que la droga era un elemento habitual e incluso instalaron una barra de stripper en la cocina.
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