Lurín amaneció ayer en medio de un gigantesco aniego de aguas servidas de Sedapal, que afectó a cientos de viviendas y empresas. Las zonas comprendidas entre los km 35 y 45 de la Panamericana Sur fueron las más perjudicadas por las aguas que inundaron todo lo que encontraron a su paso.
Durante la madrugada, decenas de vecinos cogieron sus escobas para sacar el agua de sus casas. Las aguas se empozaron en las avenidas, por lo que al amanecer se produjo un intenso tráfico vehicular.
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Solo los vehículos pesados lograron transitar por la Panamerica Sur mientras que los vehículos ligeros fueron desviados. Las pérdidas son incalculables para las empresas. “Ahora se ve un riachuelo en comparación de lo que pasó anoche”, dijo un empresario.
La laguna residual está en un terreno de Nuevo Lurín, el cual es de propiedad de Sedapal pero los pobladores de la Asociación Agropecuaria Súmac Pacha tratan de invadirlo desde hace años, dijeron vecinos. El desborde de la laguna se debió a esta disputa.
Mientras el aniego seguía incontrolable, Sedapal denunció que pobladores de la Asociación Agropecuaria Súmac Pacha destruyeron las lagunas de tratamiento de aguas residuales en Nuevo Lurín, lo que causó el desborde de las aguas servidas. El gerente de Asuntos Legales y Regulación de Sedapal, Antonio Angulo, responsabilizó a dicha asociación y a su presidente, Diosdado Navarro, por el terrible daño ambiental. “La denuncia es contra Diosdado Navarro por delito ambiental y también sería denunciada la jueza del 29 Juzgado Civil, Rosa María Tonato Meza, quien otorgó la medida cautelar del Poder Judicial, que ampara esta acción ilegal en favor de Súmac Pacha”, dijo Angulo.
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