Miguel LizarzaburuLa población de Iquitos aún no olvida las escenas de terror causadas por los vientos huracanados que dejaron media ciudad destruida, causaron la muerte de una persona y dejaron decenas de heridos.La naturaleza, no obstante, sigue golpeando con fuerza. Ayer fuertes vientos de 60 kilómetros por hora trajeron abajo techos revestidos con palos y calaminas, generando desconcierto y temor en la población.
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El fenómeno climático se registró a las 4:00 p.m. en la calle Alan García, en el asentamiento Sol Naciente, Belén.Toda una familia pasó el susto de sus vidas debido a que de un momento a otro las calaminas y horcones de sus predios se vinieron abajo.Pese a que los vientos no fueron como los del pasado viernes, sacaron de los entablados las láminas de metal, las mismas que salieron volando como hojas de papel.
El experto del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Nelson Quispe, pidió precaución a los moradores.Como es público, los vientos de la semana pasada causaron la muerte del estadounidense William David Grimes (70), más de 30 heridos y al menos nueve colegios afectados, en tres de los cuales se tuvieron que suspender las clases.
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