Un robot equipado con municiones y con la más alta tecnología acabó con la vida del sospechoso de la masacre en Dallas, en la noche del jueves.
El supuesto criminal, identificado como Micah Xavier Johnson, se atrincheró en un centro comercial luego de la sangrienta muerte de cinco policías blancos.
David Brown, jefe de la policía local, indicó que el sujeto tuvo que ser aniquilado con un robot-bomba ante el temor de que no deseaba conversar con las autoridades y porque se sospechaba que actuaba en coordinación con otros francotiradores.
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