Por: Jorge Ita Gómez
Nancy Molina Vargas estalla su voz interior en ríos y cantos porque volvamos la mirada atrás para reconciliarnos con nuestros orígenes a través de elementos esenciales de su poética: agua, tierra, viento y fuego, que dan vida a la vida.
Siempre atenta su mirada protectora a las señales que la naturaleza le da para evitar su devastación a manos del hombre mismo y preservar nuestro medio ambiente, nos dirá en carne propia: “Lo veo, lo siento, lo sufro”.
Así su poesía en esencia vivencial y de profundo sentir desde siempre en Madre tierra como "Mariposas al cielo/abejas al panal" despliegan su noble vuelo para cumplir su rol esencial: reivindicar y honrar a nuestros ancestros a través de su palabra viva.
En palabras de la autora: “Este poemario nació por la gran necesidad de exteriorizar el cúmulo de sentimientos que llevo como legado desde mis ancestros. Mis raíces paternas (Franco-mapuche) y maternas (belga-Ona) me hicieron sentir por mucho tiempo que debía hacer una búsqueda muy dentro tanto de mi propia identidad como del lugar que debo ocupar en esta sociedad”.
Hemany, su nombre literario, nació en la ciudad de Valdivia, Chile, en 1967.
Amante de las letras, la música y toda expresión artística, se considera también coleccionista de vivencias.
Mención Honrosa en 1993, por el cuento “Don Sol” del grupo literario Mare-magnum de la ciudad de Limache, Chile.
Trabajos suyos han sido publicados en diversos blogs, como el de la revista La Mancha de Chile, el blog de la Sociedad de Escritores de Chile-SECH, del grupo literario Arcadia de Argentina, así como del Centro Cultural Bernardo O’higgins de dicho país.
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