La economía venezolana se encuentra al borde del colapso, y sigue sufriendo fuertes problemas por la escasez de materias primas, lo que afecta directamente a la producción industrial.
Lejos de aliviar los estrictos controles de divisas, el gobierno de Nicolás Maduro culpa a los empresarios de mantener una guerra económica contra el régimen impuesto.
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“Nuestros proveedores de azúcar en Venezuela nos informaron que detendrían temporalmente sus operaciones debido a la falta de materias primas”, aseguró una representante de Coca Cola.
A través de un comunicado de prensa la compañia informó que las plantas embotelladoras producirán hasta donde alcance el inventario de azúcar refinada industrial de la que ahora disponen, por lo que todavía no hay fecha exacta de la interrupción.
Sin embargo, las plantas continuarán con normalidad la elaboración de su línea de bebidas no azucaradas, como Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero, sin problemas.
Otras empresas que han cesado operaciones son Kraft Heinz, que produce alimentos y aderezos; Clorox, que distribuye productos de limpieza para el hogar. Polar es otra de las compañias, esta controla el 80% del mercado cervecero de Venezuela y sus plantas se encuentran custodiadas por los trabajadores, ante el temor de que el Gobierno de Maduro nacionalice las fábricas.
Cabe resaltar que la empresa Coca Cola de Venezuela cuenta con treinta centros de distribución generando miles de empleos directos e indirectos en el país. 7 300 personas viven de los ingresos que consiguen por su trabajo en las fábricas venezolanas.
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