Los integrantes de una familia que vive en un inmueble de tres pisos que tiene cerca de 70 años se atrincheraron y detonaron hasta balones de gas, para evitar ser desalojados de su inmueble por personal de la Municipalidad de Lima que terminaron por demoler el inmueble.
La razón de la demolición es que por esta casa de la Asociación Huascarán, en el Rímac, pasará el corredor de la Línea Amarilla, obra de la Municipalidad de Lima.
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Cuatro miembros de la familia Díaz Iparraguirre resultaron heridos y fueron trasladados al hospital Cayetano Heredia,tras el enfrentamiento que felizmente no termino con mayores consecuencias.
Lucila Díaz Iparraguirre, que tenía un negocio de venta de gas en su vivienda y su padre, un octogenario,afirmó que matones mezclados con serenos, fueron los encargados de los destrozos.
Familia Díaz Iparraguirre quedo en la calle tras desalojo
"llegaron sin fiscal a las 12:30 de la noche, yo tenía la puerta abierta y cuando lo vi la cerré pero lograron romperla y nos sacaron a la fuerza hay cuatro que están en el hospital uno esta con la nariz rota, todos los balones de gas que vendo se los han robado", denunció la mujer quien mostraba indignada las marcas en su cuerpo del enfrentamiento.
BUSCAN ACUERDO
Fernando Fernández, presidente de la asociación Huascarán, en el Rímac, señaló que la familia afectada no llegaron a un acuerdo con la Municipalidad de Lima, por el precio del inmueble y ahora se encuentran en la calle, a la espera de alguna solución por parte de la municipalidad.
"les pretenden pagar 115 mil soles por una casa de tres pisos, que no les alcanzara para comprarse una casa con similares características y en esta misma situación se encuentra otras siete familias que están esperando de un arbitraje de la comuna y temen ser desalagados de la misma manera", precisó.
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EN LA CALLE
Mientras la familia Díaz Iparraguirre, amaneció en la calle sin un lugar donde ir, y señalaron que no se retirar de la zona porque no tiene a donde hacerlo.
"vamos a permanecer aquí porque no tenemos a donde ir, la comuna limeña se niega a hablar con nosotros, nos han robado todo, solo estamos con lo que tenemos puesto", denunció Lucila Diaz quien con carteles en mano protestaba junto a las ruinas de su casa acompañada
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