Un nuevo negocio está floreciendo en China: la eliminación de amantes de maridos pudientes. O bien, el “bloqueo de mujeres destructoras de familia”, como lo llaman las agencias dedicadas a prestar este servicio. Se trata de empresas o gabinetes que ofrecen asesoría matrimonial.
Son las mujeres casadas entre 40 a 50 años y con economía holgada las clientes que acuden a estas empresas para salvar su matrimonio cuando sospechan que hay una mujer que es la otra.
Por el servicio pagan 300 euros la consulta de una hora, y 30.000 euros por el trabajo de deshacerse de la amante.
“Cuando montamos la agencia, hace 15 años, el 80% de las mujeres que descubría una infidelidad pedía el divorcio. Ahora no se lo ponen tan fácil a la amante. Quieren pelear por su relación y ganar”, dice la consejera matrimonial Ming Li, cofundadora.
“Contactamos a las amantes y las convencemos de que dejen la relación. A veces no saben que él está casado. Si lo saben, les explicamos que esa relación no tiene porvenir, que él no va a dejar a su esposa. Si insisten en que quieren casarse les decimos: ¿Ves? Ese es tu futuro”, explicó Ming Li.
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