"ES UN ACTO DE DIOS"
Los empleados de la compañía constructora, IVRCL, abandonaron la sede de la empresa en Hyderabad, en el sureste de la India, nada más conocerse el suceso, según la cadena de televisión india ANI. Sin embargo, uno de los responsables de la compañía, K Panduranga Rao, indicó que lo ocurrido “no fue otra cosa que un acto de Dios”, asegurando que nada de esto había sucedido en 27 años.Los derrumbes son frecuentes en la India, a menudo debido al precario estado de las infraestructuras y a la falta de mantenimiento, factores alimentados por la corrupción y prácticas ilegales que dominan el sector de la construcción.
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