Pilar Cuya G.
Los niños con mayor riesgo de padecer enfermedad renal crónica (ERC) son aquellos que no tienen un control prenatal adecuado, los nacidos prematuramente, los que tienen hipertensión arterial, obesidad, infecciones urinarias recurrentes o malformaciones. Así lo explicó el doctor Reyner Loza, representante de la Sociedad Peruana de Nefrología.
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Es la pérdida gradual de la función del riñón, por lo que el cuerpo no puede eliminar sustancias tóxicas.
Más del 50% de los casos de esta enfermedad se debe a anormalidades congénitas. Es decir, el cuerpo del niño está programado genéticamente para padecer de esta enfermedad.
La otra causa que le sigue en probabilidad es que el niño sufra de una enfemerdad quística.
El 20% de los casos registrados es por factor hereditario, o sea la mamá o el papá tiene el ERC.
Las enfermedades renales no tratadas provocan complicaciones muy serias afectando incluso a otros órganos y, según la magnitud del daño al riñón aumenta el riesgo de muerte, sostiene el médico Reyner Loza.
Para prevenir esta enfermedad se le debe realizar a todo niño un examen de orina, hemoglobina, urea y creatinina, tanto al nacer, en edad preescolar y a partir de la etapa colegial de forma anual. “Si el niño tiene obesidad, hipertensión arterial, diabetes, problemas de colesterol o triglicéridos, familiares con diabetes, insuficiencia renal, malformaciones congénitas e hipertensión arterial deben tener seguimiento médico porque pueden presentar en algún momento un daño renal”, comentó el médico. Por otro lado, recomendó que los niños tomen abundante agua en el verano, tener una dieta rica en frutas y verduras, evitar la inactividad y el consumo excesivo de gaseosas para evitar la aparición de enfermedades.
Los síntomas de la enfermedad en un estado avanzado son: hinchazón en el cuerpo, aumento o dismunición del volumen de la orina, espuma en la orina, orina de color rojiza o marrón, ardor o dolor al orinar, aumento de la frecuencia de orinar y anemia.
Y se debe comenzar a sospechar de un posible problema renal en los niños que no crecen, tienen la tez pálida o anemia, mal nutrición y un retardo en su desarrollo.
Por otro lado, el nefrólogo recomienda que si los padres han padecido la enfermedad o son una pareja con el mismo grupo de consanguinidad (primos), es mejor realizar un control prenatal durante el embarazo.
“En esos exámenes se descartará si el riñón es pequeño, si el órgano no ha madurado lo suficiente o si tiene una obstrucción en la zona urinaria. De tenerlos, debe comenzar un tratamiento de forma inmediata con un especialista”, detalla el médico Loza.
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