El Papa Francisco fue recibido con un inmenso retrato viviente, formado por más de mil personas personas, a su llegada a la ciudad de Morelia, capital del estado de Michoacán, uno de los más violentos de México por ser considerado el bastión del narcotráfico.
La figura fue saludada horas después por el Papa durante una misa celebrada ante más de 20 mil feligreses en el estadio Venustiano Carranza, donde Francisco hizó un llamado a la conciencia de los mexicanos.
PIDE NO RESIGNARSE
Francisco hizo un llamado a seminaristas, sacerdotes y religiosos de todo México a tener coraje frente al narcotráfico y evitar a toda costa la resignación, pues impide anunciar la palabra de Dios.
“Una resignación que nos paraliza y nos impide no solo caminar, sino también hacer camino; una resignación que nos atrinchera en nuestras sacristías y aparentes seguridades”, afirmó el Sumo Pontífice en su cuarto día de visita por México.
Antes de finalizar la multitudinaria homilía, el líder de la Iglesia católica pidió a las autoridades cumplir con su deber de dar seguridad a sus ciudadanos.
NO RESPETAN NI A CURAS
Michoacán es uno de los estados más peligrosos para los curas mexicanos, que no han escapado de la violencia de los cárteles de la droga. Solo en la última década se reportaron más de 40 asesinatos contra obispos y seminaristas que alzaron su protesta contra los cárteles de la droga.
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