Jepherson Rodríguez Mejía “Chiquito” no es un delincuente cualquiera.
Según la policía, se trata de un sicario a sangre fría implicado en al menos unos 16 asesinatos.
Aún están pendientes los resultados de la pericia balística, pero los detectives están convencidos de que la pistola y la carabina que se le incautaron habrían sido utilizadas en más de un hecho de sangre.
Además del crimen de Wilbur Castillo Sánchez, “Chiquito” estaría implicado en los crímenes de Jonh Vílchez Alcalde “Makuto”, José Luis Vargas Villa “Cholo Papo” y el conocido “Caballito, todos ellos rivales de la banda “Barrio King”.
Todos estos crímenes los habría ejecutado por encargo del prófugo Gerson Gálvez Calle “Caracol”.
Este sicario sabe que de la información que brinde a la policía depende su vida y, por ello, espera hasta el lunes cuando sea trasladado a la fiscalía para contar más detalles sobre el crimen de Wilbur Castillo.
QUIERE UN ABOGADO
“Quiere declarar con la asesoría de un abogado en la fiscalía”, contó un oficial a cargo de las investigaciones.
Según la policía, hasta abril de este año “Chiquito” estuvo preso por homicidio en el penal Sarita Colonia.
Además se dedicaba a cobrar cupos en obras de construcción y extorsionar a narcotraficantes que pretendían sacar droga en contenedores.
SU PROPIA BANDA
En el tiempo que llevaba trabajando para “Caracol”, Jepherson Rodríguez descubrió lo rentable que era “el negocio de la extorsión”, por eso tenía en mente formar su propia organización criminal.
Para llevar adelante su plan contaría con el apoyo de Jean Pierre Acevedo Samamé “Jampi”, con quien fue detenido la madrugada del martes en un inmueble de San Martín de Porres.
Durante la intervención, la policía encontró evidencias que Andrea Cornejo Farfán y Josseline Zavala Carazas se encontrarían implicadas en el delito de extorsión y cobro de cupos.
“La pareja de una de las detenidas está preso por extorsión y presumimos que ella habría continuado con esa actividad”, comentó uno de los investigadores.
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