En la cima de un cerro en el A.H. Villa 2 de Enero, San Juan de Lurigancho, el infierno arrasó con todos los sueños de la joven familia Linares Aguilar, cuando una vela encendida cayó sobre el colchón de esponja en momentos en que dormía allí su pequeño primogénito de apenas dos años.
El cuerpecito del bebé de iniciales L.F.C.L. quedó calcinado en medio de los escombros de su pequeña casa de triplay en la Mz. K, lote 9.
Allí no había luz y tampoco llegaba agua potable. En tales condiciones, el incendio que se registró a las 8:00 de la noche del jueves fue una fatalidad.
POR IR AL BAÑO
Con tres meses de embarazo, Karen Aguilar Alba (19) le había pedido a su pareja Luis Linares Cabrera (22) acompañarla al baño, a tan solo unos cuatro metros de distancia del cuarto que compartían con su hijito. La habitación tenía un techo de calamina y sus paredes eran de madera y triplay. Los tres dormían en el único colchón sobre el suelo.
“No pasó ni un minuto y cuando volvimos ya no pudimos hacer nada. La vela se cayó de la botella y lo quemó todo. No había agua además”, dijo Luis en su dolor.
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