La pobreza en Filipinas obliga a los niños de ese país a buscar sus alimentos, y cosas de gran valor para venderlas, entre montañas flotantes de basura, según revelan unas escalofriantes imágenes.
Las fotos dan cuenta de todo lo que tienen que hacer y deben pasar un puñado de jóvenes entre las aguas contaminadas de ríos y lagos, pues deben subsistir cómo sea.
Filipino recorre entre el basural buscando plástico, elementos orgánicos o vidrios.
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Miles de familias filipinas instaladas en las barriadas más pobres tienen como único sustento el reciclaje. Materiales tales como plástico, metal, papel y vidrio se expenden por kilo en una zona masiva al sur de China, donde la basura prácticamente vale oro.
Según informa el Daily Mail, organizaciones benéficas ha advertido sobre esta cruda realidad, la cual será mucho peor en el 2025, pues en esa fecha se estima que los residuos domésticos habrán aumentado hasta en un 150 %.
Las organizaciones de caridad también indicaron que las personas dedicadas a este negocio padecen de diarrea, neumonía y tuberculosis.
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