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Gerald Oropeza: Patrick Zapata sabía que querían silenciarlo

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Desesperado, pactó otra entrevista para quedar bien con Gerald, pero habría recibido amenazas y la canceló horas antes.

Presagió su final. En la única y última entrevista que ofreció días antes de su asesinato, Patrick Zapata estaba temeroso. Creía que su vida peligraba. Por eso se esmeraba en desmentir que haya centrado a Tony Montana peruano o delatado a sus amigos en la Dirincri.“Además, sabían que había pactado otra entrevista para un dominical de Latina pero ante las amenazas la canceló”, contó una fuente del canal.ÚLTIMAS PALABRASPatrick contó cómo conoció a Oropeza López. “Un amigo en común me lo presentó en un evento. Luego coincidimos en un par de  reuniones y agarramos confianza porque teníamos amigos en común y afinidad”, declaró a La batería.Negó haber organizado orgías para Gerald. “Es falso. En la fiesta en La Molina había seis hombres y 25 mujeres. Yo llegué solo, las chicas estaban allí como invitadas”.“Además, él no era de hacer tantas fiestas ni gastar miles como se afirma. Solo fui a una fiesta por su cumpleaños y a otra un día antes del viaje”.“Todos los peloteros hacen sus privados con un montón de gente pero nadie los graba. Él (Gerald) era igual que ellos, solo que ostentaba un poco más”, aseveró.SOBRE LA FORTUNA“Una vez le pregunté por sus ingresos y me dijo que había heredado una empresa de su padre que le generaba una buena cantidad de dinero tenía contratos con entidades del Estado. No tenía por qué ahondar más, preguntarle cómo lo obtuviste, no soy así”.VIAJE A CANCÚN“Él eligió el destino (Cancún), era un viaje de relax, mejor que el Caribe. Nos invita porque hay una amistad, pero no sabía lo que hacía (narcotráfico) como se especula”.“Fue un viaje entre amigos, incluso Gerald se enfermó. Estuvimos por invitación de él pero no traíamos dinero, dicen 10 millones de dólares”.RECORDÓ ATAQUE“Yo no sabía quién nos iba a recoger. Al yo demorarme al salir del aeropuerto, ya no estaban. Tomé taxi para dejar a mi amiga (Xamia Rodríguez, quien viajó con ellos). Al rato llamo para ver si habían llegado a casa. No me contestaban. Vuelvo a llamar y un amigo me dice que hubo un atentado”.“Entré en shock. Si has estado con ellos hora y media antes y luego ves el  carro baleado, incendiado, con esquirlas, te preguntas qué hubiera pasado si yo estaba ahí”, sostuvo.  “Desde ese día no sé nada de ellos”, concluyó.

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