Eduardo Guerrero F.
Los feminicidios siguen estremeciendo al país. Ayer, a la medianoche, el vigilante particular Keit Vásquez Sánchez (27) mató a balazos por celos a su conviviente de 22 años y a la madre adoptiva de esta, que salió en su defensa. Luego se entregó a la policía en Ventanilla.
El doble crimen ocurrió en una precaria vivienda del A.H. Yoshiyama en Pachacútec. El asesino se desgració delante de su hija de tres años, a la que se llevó luego de la masacre.
LA ÚLTIMA PELEA
Estéfany Mosquera García (22) trabajaba como cosmetóloga y cinco horas antes de su muerte sostuvo una acalorada discusión con su verdugo en su vivienda del sector 3 de Angamos en Ventanilla.
Cansada de los maltratos físicos y sicológicos que recibía, decidió retirarse con su hija Daylin de su casa y refugiarse en la vivienda de su madre adoptiva en el A.H. Yoshiyama Mz. V, lote 9.
Vásquez Sánchez tenía que ir a trabajar en su turno noche, pero no lo hizo.
DOBLE CRIMEN
Devorado por los celos cogió su pistola Baykal 9 milímetros con dos cacerinas rumbo a la vivienda de sus víctimas y aguardó en las sombras.
A las 12:05 am, Estéfany Mosquera, su hija y su madre adoptiva Elsa Villacorta de Carhuajulca (76), retornaron de una reunión familiar.
Cuando entraban a la casa, Vásquez Sánchez apareció en escena y disparó cuatro tiros por la espalda a la anciana.
Luego dio un balazo en el rostro a su pareja y tres en el tórax. El feminicida escapó llevándose a la pequeña en brazos. Horas después se entregó a la justicia sin remordimientos.
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