Tras siete horas de terror terminó la pesadilla que mantenía en vilo a Brasil, después de que un sujeto armado irrumpiera en un lujoso hotel y tomara de rehén a un trabajador, a quien esposó y le colocó un chaleco con supuestos explosivos.
El atacante amenazaba con hacerlo estallar si no renunciaba la presidenta Dilma Rousseff.
El hombre que sembró el terror es Jac Souza dos Santos (30), un político del conservador Partido de la República (PR) que fue concejal de la ciudad de Combinado, en el estado de Tocantins.
ASÍ EMPEZÓ TODO
Los hechos comenzaron cuando Dos Santos, quien estaba en el Saint Peter de Brasilia, tomó de rehén al empleado, lo esposó y le colocó un chaleco con bombas.
El secuestrador apareció varias veces con la víctima en el decimotercer piso, lo que aumentó el dramatismo de la situación, mientra la policía acordonaba la zona.
TERROR
En el momento del incidente había 300 huéspedes. Todos fueron evacuados. Algunos testigos dijeron que el hombre implicado gritaba ser un “terrorista”.
SE ENTREGÓ
El portavoz de la policía civil, Paulo Henrique Almeida, detalló que se colocaron varios francotiradores para neutralizar al agresor y que, tras las negociaciones, este decidió entregarse y fue trasladado a una comisaría.
Se determinó que los explosivos que usó no eran reales.
EN SHOCK
El rehén fue identificado como José Aílton de Souza, un mensajero del hotel de 49 años. No sufrió heridas, pero fue trasladado a un hospital local, ya que se encontraba en “estado de shock”, tras las horas de tensión que vivió en el hotel.
OTRAS EXIGENCIAS
La lista de exigencias presentada por el secuestrador era “política”. Demandaba, además, la extradición del ciudadano italiano Cesare Battisti, condenado en Italia a prisión perpetua.
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