Cambio de timón. El exaliado de Dilma Rousseff, Michel Temer, asumió la presidencia de Brasil de manera interina luego de confirmarse la suspensión por 180 días por el Senado de ese país contra la líder del Partido de los Trabajadores.
"Unidos podremos afrontar los desafíos y retomar de nuevo el crecimiento en favor del pueblo", dijo tras firmar la notificación del Senado.
El nuevo gobernante, según el primer secretario del Senado, Vicentinho Alves, asumirá de manera "interina" y no en calidad de "en ejercicio", como acostumbraba hacerlo durante las ausencias de Rousseff.
Luego de conocerse la apertura del juicio político contra Dilma Rousseff miles de estudiantes del centro de Río de Janeiro marcharon por las calles hasta la sede del partido de Michel Temer, a quien calificaron como un usurpador del poder. En sus pancartas y vitoreos, los manifestantes anunciaron que no aceptaran su gobierno ilegítimo.
Dilma instó a la población a defender la democracia y no dejarse pisotear.
“A los brasileños que se oponen al golpe, sean del partido que sean, les hago un llamado, manténganse movilizados, unidos y en paz. La lucha por la democracia no tiene fecha para terminar. Es una lucha permanente que nos exige dedicación constante”, afirmó, acompañada de sus ministros, entre ellos Lula da Silva.
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