De la esperanza al abandono: la triste historia del primer centro comercial en Perú

En un concurrido distrito limeño, como lo es San Isidro, yace un imponente centro comercial, que pese a haber tenido una inversión de 2 millones de soles, ahora se encuentra sumergido en el abandono. Esto se habría dado con más fuerza tras la pandemia y actualmente se ve reflejado en cada espacio de su interior, donde hay locales sin ningún tipo de producto, pero más que ello, con mucha soledad.

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¿A qué centro comercial nos referimos?

Camino Real fue inaugurado en los años 80, con bombos y platillos, exactamente por el expresidente Fernando Belaúnde Terry, junto a su esposa Violeta Correa de Belaúnde. Sus amplios pasillos, tiendas de renombre y modernas instalaciones prometían revolucionar la experiencia de compra. Sin embargo, la euforia inicial pronto se desvaneció porque varios factores contribuyeron al declive de este próspero negocio.

¿Qué establecimientos encontrabas en este centro comercial de San Isidro?

Se sabe que se abrieron 200 tiendas, entre ellas se encontraban las siguientes:

• Supermercado.
• Pizzería.
• Tiendas de ropa.
• Zapaterías.
• Accesorios para el hogar.
• Boutiques.
• Pista de patinaje con música.
• Librerías, etc.

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¿Qué pasó con este centro comercial para que actualmente luzca abandonada?

Exactamente en 1992, luego de 12 años siendo el preferido de las personas, ocurrió un atentado terrorista en el segundo piso. Este lamentable suceso atemorizó a muchas personas, ya que estaban siendo atacados con bombas y eso generó un gran incendio. La intervención de los bomberos fue importante y gracias a su duro trabajo pudieron controlarlo después de una hora. Felizmente, no hubo ninguna víctima mortal, pero sí graves daños económicos.

El incidente fue el inicio de su agonía comercial hasta que terminó siendo sepultado por el centro comercial Jockey Plaza que se inauguró en 1997, luego al siguiente año se abrió Larcomar, siendo otra opción para aquellas personas que querían ir de compras y pasar un inolvidable momento.

Es importante mencionar que su mal manejo de marketing y el hecho que no haya un dueño central en la toma de decisiones generó que se vendieran todas las tiendas. El entusiasmo bajaba poco a poco, pero los sueños de grandeza terminaron por paralizarse.