Periodista de la BBC conduce por primera vez en Lima y cuenta sorpresiva experiencia: "Es una jungla"

Para los que residen en Lima ver el atascado tráfico en sus calles más céntricas es algo habitual, hasta el punto de ser normalizado. Sin embargo, para quienes tienen la osadía de enfrentarse al caos vehicular por primera vez podría ser estresante y hasta traumante. Eso es lo que más o menos atravesó Guillermo D. Olmo, periodista y corresponsal de la BBC en Perú, que contó cómo fue para él conducir por primera vez en la capital, donde los accidentes de tránsito están a la orden del día.

De acuerdo a la Policía Nacional, solo en 2023 más de 300 personas han perdido la vida en Lima Metropolitana y Callao como consecuencia de un grave siniestro vial. Cifra alarmante por donde se vea, ya que significa más del doble de la estadística del año pasado, donde se registraron 124 muertes en las pistas de la que, se supone, era la Ciudad de los Reyes.

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"Es una jungla"

Un ejemplo de la alarmante de lo que venimos hablando es lo que atravesó el periodista extranjero, quien decidió experimentar en carne propia cómo era movilizarse en Lima, haciéndolo primero tomando un bus de transporte público. En ella, señala, no hay respeto ni por el peatón ni con el pasajero que se encuentra a bordo de la unidad.

"La mayoría de chóferes manejaban muy bruscamente, sin importarles que alguno de los pasajeros que marchaban de pie pudieran desequilibrarse y caerse por sus acelerones y volantazos. Para apearse casi había que saltar en marcha y en los cruces de las principales avenidas, los chóferes reñían y porfiaban con otros vehículos por hacerse con los pasajeros que esperaban en las paradas", se lee en el texto redactado por D. Olmo.

"Al principio, me resultaba folklórico y divertido, hasta que empecé a reparar en prácticas que implicaban un riesgo para los usuarios. […] Más de una vez el conductor del autobús en el que viajaba con otras decenas de limeños se lanzó por la avenida Angamos a todo lo que daba su vetusto motor para alcanzar la siguiente parada antes de que lo hiciera otro autobús que circulaba en paralelo", agregó.

Seguidamente, convencido de no exponer a sus hijas al servicio de transporte regular, el periodista decidió comprar un auto, donde no la iba a pasar mejor. Aseguró haber sido una experiencia mucho más caótica a la que atravesó en otros países tanto de Latinoamérica como de Europa.

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"Nunca te fíes de las direccionales"

"Ninguna de esas experiencias resultó ser comparable a conducir en Lima", comentó.

"Fue un viaje inaugural típicamente limeño, con bocinazos, atascos, discusiones, insultos y frenadas al límite. El grito de '¡¡Imbécil!!' que una señora le lanzó al conductor que detrás de ella le exigía a cornetazos que se saltara un rojo se convirtió en uno de mis primeros recuerdos sonoros de la ciudad", detalló Guillermo.

"Ese día aprendí una primera lección. Nunca te fíes de las direccionales en Lima. Un vehículo que lleva las de la izquierda encendidas bien puede estar a punto de girar súbitamente a la derecha y viceversa. […] Al día siguiente, camino del colegio con mi hija, aprendí otra. […] Todo vehículo en Lima puede detenerse en cualquier momento y lugar sin previo aviso, por insólito que resulte ese lugar", sostuvo.

Finalmente, luego de quedar sorprendido por las pocas opciones formales de transporte que hay en Lima y las escasas medidas que toman las autoridades, el periodista de la BBC concluyó: "No será fácil. En la jungla del asfalto limeño, por ahora, sobrevivir ya es un éxito".