Padres abandonados o que perdieron a un hijo piden en su día querer al papá en Arequipa

Como cualquier fin de semana el padre de familia, Aurelio Quispe, de 68 años de edad, salió a trabajar tocando su mandolina en el cementerio Paz Eterna del Cono Norte, Arequipa, a pesar que, este domingo 18 de junio se celebra el Día del Padre. El músico, quién fue abandonado por sus tres hijos mayores, recibe propinas de los ciudadanos para sobrevivir al día a día.

Para Aurelio esta fecha es un día cualquiera de trabajo. Esto debido a que necesita pagar una prótesis para la artritis que presenta en su rodilla. Su esposa falleció hace varios años y sus hijos lo dejaron solo desde antes de la pandemia. Él se mantiene solo tocando el instrumento musical los fines de semana en el referido camposanto ubicado en el distrito de Cerro Colorado. Lamenta pasar esta fecha sin compañía y pidió a la población no desatender a sus padres.

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Piden no abandonar a sus padres

"No abandonen a sus padres, cuídenlos, porque realmente cuando nosotros éramos niños, nos cuidaron ellos, nos protegieron de alguna forma. Hoy en día los hijos deben ser conscientes", expresó el varón mientras tocaba la mandolina en el ingreso principal del cementerio.

Asimismo, en el camposanto del Cono Norte, llegaron varias personas que visitaron las tumbas de sus progenitores. Uno de ellos es Bryan Guillén, quién recuerda a su padre que tenía su mismo nombre, como una persona que le enseñó valores para su vida. El varón falleció este año por una diabetes; pero su hijo lo conmemora como si estuviera presente cada día. "Mi padre está conmigo. Les aconsejo que no esperemos al último momento cuando pase algo malo, para recién pensar las cosas que podrían hacer con sus padres. Desde un simple abrazo o un te quiero, tú demuestras el amor", expresó el joven.

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Padres que perdieron a sus hijos

Asimismo, algunos padres visitaron los nichos de sus propios hijos. Tal es el caso de Luis Choquehuanca (78), quién perdió a su vástago en mayo de 2022 producto de una enfermedad maligna.

El adulto mayor acudió en compañía de su esposa para recordar a Raúl Choquehuanca. "Es triste enterrar a tu hijo. Es una costumbre, el mismo corazón y pies nos traen aquí (cementerio), pero tenemos la esperanza que volveremos a ver a nuestro hijo por la resurrección ", indicó el padre, quién es de religión Adventista.