"Daría mi vida por ella": Padre soltero de 73 años se sacrifica por su hija con discapacidad severa

A menos de dos días de celebrarse el Día del Padre, un hombre que vive humildemente en un cuarto de Independencia, nos demuestra que el amor hacia los hijos se basa en dos normas inquebrantables: la dedicación y el compromiso. Es el caso de Wilfredo Muñoz Rodríguez de 73 años, quien a pesar de la adversidad, cuida a su hija Alexandra (26) con discapacidad severa.

Él lo hace desde que ella empezó a tener dicha condición a los dos años de edad y desde aquel entonces la asea, le prepara los alimentos y le da de comer; tareas que este adulto mayor lleno de energías, realiza con mucho amor, paciencia y cuidado. Y lo hace a pesar de que fue diagnosticado con múltiples enfermedades.

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Alexandra es usuaria del Midis

Alexandra es usuaria del programa Contigo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y con el apoyo de su padre está saliendo adelante. Por otro lado, Wilfredo es padre soltero y tiene el ímpetu de atender todos los días a su ‘pequeña Alexandra’, como él la llama con cariño.

Él afirma que daría su vida entera por ver sana a Alexandra. “Ella es mi alma, mi vida, mi corazón, es lo que canto, es lo que vivo, lo que respiro; si no fuera por ella, ¿qué sería de mí?”, manifiesta. La joven recibe cada dos meses una pensión de S/300, con la que el padre adquiere productos alimenticios, medicinas y los pañales para su hija.

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Wilfredo trabaja como vigilante

Gracias a la solidaridad de los vecinos, Wilfredo cuenta con un sistema de cámaras que le permite trabajar en la vigilancia de los automóviles del barrio, actividad que realiza desde el interior de su pequeña habitación, mientras cuida de su hija.

Alexandra es muy alegre y disfruta mucho cuando su padre entona melodiosas canciones, oficio que desempeña Wilfredo para generar algunos ingresos al hogar. Ambos disfrutan al máximo esos momentos, los cuales son, tal vez, los más felices para ellos.

Su amor por Alexandra lo impulsa a hacer de la vida de su hija una melodía a pesar de las carencias. Un sentimiento tan fuerte que hace de Wilfredo un padre ejemplar.