Cajamarca: Septuagenario llora al contar que vende hierbas para pagar el sepelio de su esposa muerta hace 2 años

Este el caso de Pedro Ishpilco Ayay, de 73 años de edad, un hombre que vive solo sus días y trabaja demasiado para poder pagar los gastos del sepelio de su esposa en Cajamarca. La madre de sus hijos falleció hace más de dos años y hasta la fecha él no ha podido recuperarse económicamente, como emocionalmente, ya que llora a diario. Además, espera saldar sus deudas y al menos así poder conciliar el sueño.

El septuagenario sale a vender hierbas todos los días para terminar de pagar los más de 200 soles que le faltarían. Este hombre camina por las calles para ofrecer manzanilla, hierba luisa, entre otras a los transeúntes. “Necesito terminar con esa deuda y también tengo que subsistir [...] Extraño mucho a mi esposa, siempre estábamos de arriba para abajo”.

¿Qué dijo el adulto mayor en Cajamarca?

“Tengo pena por mi esposa, ni un día estoy tranquilo, siempre ando llorando cuando camino por la calle, en realidad a todos lados. En la noche también lloro en mi cama, señores [...] Ahora estoy completamente solo, mis siete hijos por dónde estarán, cada uno ha hecho su vida y no se acuerdan de su familia, ninguno me hace caso, ellos se han olvidado de mí”, se le escuchó decir a REC Noticias.

“Yo ando solito llorando, no sé a dónde arrimarme, como mi desayunito, mi comidita en la calle, por eso salgo a vender mis hierbas. Así gano mis propinitas, algunos nos compran y otros no quieres, pero así ando señor, qué voy a hacer. Ya no sé qué hacer, realmente no puedo hacer nada solo, a veces la pena no me deja comer [...] Solo me encomiendo a Dios, que él me proteja [...] Estoy solo a diario, al inicio me preguntaba cuál era el su propósito para que me la quite”, agregó.

Ishpilco Ayay solía viajar con su esposa

El señor de la tercera edad comentó al medio local que viajaba a Trujillo, al cruce de Cajamarca, a Chiclayo para vender sus productos. Actualmente, se solventa asimismo, por lo que podrían colaborarle cuando lo vean caminando. Él siempre llevará sus hierbas detrás de la espalda, esperando ganar un poco de dinero para ahorrarlo y poder alimentarse.