VES: dueño de chifa que abatió a ladrón lleva más de 10 días desaparecido tras investigación en su contra

Ney Chávez Santillán, dueño del chifa de Villa El Salvador que abatió a un delincuente que amenazó a su esposa e hijo en medio del asalto, tomó una radical decisión luego de ser liberado por el Poder Judicial a raíz de las masivas protestas que condenaban su encierro por el hecho ocurrido el último 24 de mayo.

En efecto, según reveló el empresario, luego de acabar con la vida del hampón, se ha sentido obligado a cerrar su negocio, retirarse de su domicilio y esconderse por temor a las represalias. Ello, menciona, a raíz de que ya había sido asaltado anteriormente y era víctima de extorsión por parte de presuntas bandas criminales.

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"Solo actué en defensa de mi familia"

"Nunca fue mi intención quitarle la vida a alguien. Solo actué en defensa y protección de mi familia, de mi hijo, de mi señora y de mí mismo porque estaban siendo amenazados de muerte", mencionó el hombre a través de un video difundido en medios de comunicación.

Asimismo, pidió que el Ministerio Público archive su caso, ya que se inició una investigación preliminar en su contra por el presunto delito de homicidio, en donde se determinará si hubo exceso en la legítima defensa tras abatir al joven ladrón, identificado como Gianfranco Espinoza Quispe.

"Yo no soy el delincuente, yo soy la víctima. No estoy trabajando, mi única fuente de ingresos está cerrada, tengo deudas, tengo que mantener a mi familia, el colegio de mi niño", sostuvo Chávez Santillán.

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"Por tal motivo, yo y mi familia hemos optado por vender el negocio, traspasarlo. Ya que no me siento seguro ahí donde vivo, ya que todos tienen conocimiento donde estoy viviendo. Y por miedo a represalias he optado por traspasar mi negocio y retirarme de ahí. Reiniciar mi vida", agregó.

En ese sentido, se conoce que Ney Chávez Santillán se encuentra desaparecido del mapa desde hace más de 10 días, a fin de resguardar la vida de él y la de su familia.

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¿Hubo legítima defensa?

Para el abogado penalista Branko Yvancovich sí, ya que, menciona, el ladrón intentó dar la apariencia de que tenía un arma de fuego. "Él creyó que se encontraba armado porque el encapuchado tenía la mano en el bolsillo haciendo el ademán de un arma; además, su esposa e hijo estaban en el suelo, por lo que el uso del arma está justificado por ser razonable", mencionó a La República.

De la misma forma piensa la abogada penalista Romy Chang, quien agregó que la prueba fehaciente de que hubo legítima defensa es el video de la cámara de seguridad del chifa Lin Ping.

"En estos casos realmente no debería siquiera abrirse una investigación, porque no tiene sentido, además de que el resultado siempre va a ser el archivo, la absolución. El Poder Judicial no debería aceptar un caso así porque no hay delito", aseveró la letrada.