15 años de esfuerzo: la historia de Gludy, la madre que sacó adelante a sus hijos vendiendo mazamorra

Gludy Vallejos es una madre incansable, una heroína anónima que con su coraje y sacrificio logró sacar adelante a sus hijos. Es una mujer que merece muchos Día de la Madre en todo el año. Durante 15 años vendió mazamorra en el Centro de Lima para asegurarse de que sus hijos pudieran estudiar y ser profesionales. Su historia es una muestra de amor y dedicación sin límites, una lección de vida que nos demuestra que nada es imposible si se tiene la fuerza de voluntad y la determinación de salir adelante.

Ella solía estar por la cuadra 5 de jirón Ayacucho, pero actualmente se le puede encontrar en jirón Cusco. Durante todos los años que le ha tocado vender sus postres pasó por muchas cosas, estafas con dinero falso e incluso fue testigo de un robo a cambistas. Su trabajo le está dejando grandes anécdotas para contar en casa o amistades, pero sobre todo siempre le da enseñanzas.

“Gracias a Dios he podido trabajar tranquila, al comienzo si una persona me vio la cara con un billete de 100 soles, con la experiencia que tengo ya es difícil [...] Soy casada y con este negocio logré que ellos estudien, están terminando, solo dos porque la mayor ya finalizó, hizo su certificación para ser cajera bancaria. Mi segundo hijo se encuentra a finales de acabar Ingeniería Electrónica y el último quiere ser chef”, mencionó a El Popular.

“Ellos cuando tienen tiempo se acercan y me ayudan. Los hombres trabajan y estudian [...] Suele vender mis mazamorras, sobre todo en invierno, a las personas le gusta lo clásico y está solo 3 soles [...] Cuando estábamos en pandemia, la Municipalidad de Lima no nos dejó trabajar cuatro meses y medio, no nos dejaban sacar la carreta, en ese tiempo me puse a vender ropa en Grau”, agregó.

Gludy tuvo su etapa de informalidad y era objetivo de los fiscalizadores de Lima

La señora inició siendo una vendedora informal, ambulante, en ese momento los Fiscalizadores la tenían en la mira, pero aprendió que era mejor trabajar correctamente, sin tener problemas con las autoridades. “Antes tenía que correr, me quitaban la mercadería, al comienzo sufrí, pero es así para llegar a tener algo”.

“Hay que seguir luchando”, palabras de impulso para que las mujeres sigan surgiendo

“Las mujeres tienen que seguir luchando y trabajando, somos emprendedoras, sacamos a nuestros hijos adelante, a veces no podemos estar con ellos, pero todo lo que hacemos es para que puedan vivir bien, para nuestro hogar”, finalizó.