Policía asesinado en el VRAEM iba a cumplir su última misión para retirarse y volver con su familia

Como se recuerda, en horas de la mañana de este último sábado, siete agentes de la Policía Nacional perdieron la vida luego de ser emboscados por narcoterroristas dirigidos por el camarada 'Carlos', discípulo del feroz jefe militar Alejandro Borda Casafranca, cámarada “Alipio”, cuando se encontraban por la zona del VRAEM, altura del centro poblado Natividad, en el distrito de Unión Asháninka, Cusco.

Entre los fallecidos, estaba Alfredo Loayza Carbajal, suboficial técnico de primera que, según sus propios familiares, iba a cumplir su última misión para pasarse al retiro y regresar a casa con su familia después de 30 años de servicio en la institución policial. Así lo comentó su hijo mayor.

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"Mi papá ya había cumplido sus 30 años de servicio. Él ya podía jubilarse, pero quiso despedirse de su carrera, realizando una última comisión. Estoy triste y a la vez orgulloso de él porque falleció haciendo lo que más amaba", comentó el joven en diálogo con La República.

"Marquitos" recibe honores

Otro de los fallecidos fue Marquitos, un perrito callejero que hace dos años había sido rescatado por un técnico de la División Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes), con con quien armó una incondicional amistad y se volvieron inseparables en las diferentes intervenciones que se llevaban a cabo.

Tras su deceso, agentes del Batallón Contrasubversivo de la División Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) le rindió honores y será sepultado junto a los agentes policiales que también perdieron la vida en la emboscada perpetradfa por el grupo subersivo del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP).