Asesinato en San Miguel: ¿Qué es la construcción civil y por qué mafias criminales se enfrentan por obras?

Cerca de las 11 de la mañana de este lunes 5 de febrero, se desató un feroz tiroteo que acabó con la vida de seis miembros de una familia, entre ellos, dos menores, frente al concurrido centro comercial Plaza San Miguel. Se trató de un crimen por sicariato que tendría como móvil principal la sangrienta disputa de obras en el rubro de la construcción civil, la cual que viene expandiéndose de manera indiscriminada y cobrando la vida de gente inocente.

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Así al menos lo deslizó el coronel Raúl Arellano, jefe de la División Policial Oeste, quien mencionó que el blanco del ataque habría sido Israel San Roman Doroteo (40), alias "La Tota", quien tenía antecedentes por presuntos delitos contra el patrimonio en la modalidad de estafa y tentativa de homicidio.

"De acuerdo a los hechos y la evidencia sería un ajuste de cuentas. El atentado habría sido contra el conductor, por los antecedentes que tenía estamos hablando del sujeto, alias 'La Tota'. Él tiene requisitoria por robo de patrimonio y estafas. En el caso de su esposa, de nombre Estrellita Tapia, la occisa tiene delitos por tentativa de homicidio y estafa", mencionó ante la prensa el mando policial.

Se dio a conocer, además, que San Roman Doroteo ya estuvo involucrado en un tiroteo ocurrido en marzo del año pasado en Breña, donde se le sindicó como parte de una banda criminal que se venía disputando obras de construcción civil con otras organizaciones delictivas.

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Mafias de construcción civil

Pero, ¿qué es la construcción civil y por qué mafias se enfrentan a muerte por ella? No es la primera ni será la última vez que escuchemos, leamos o, en caso tengamos mala suerte, presenciemos enfrentamientos que tienen que ver con la disputa de "obras por construcción civil".

Es una práctica férrea que se ha normalizado en la pauta de los noticieros y que detás de ella hay mafias que buscan apoderarse del esfuerzo de otros por conseguir derechos laborales.

En síntesis, es una rama que planifica, supervisa y dirige infraestructuras que son llevadas a cabo por la industria de la contrucción. El mencionado rubro se ha convertido en un boom en los últimos años y ha permitido que el mercado inmobiliario sea acogido por instituciones públicas y privadas para ejecutar obras en beneficio de la sociedad.

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Sin embargo, a la par han aparecido mafias criminales disfrazadas de sindicatos, cuyos dirigentes, o cabecillas, utilizan para apoderarse de alguna buena pro negociando con empresas constructoras a cambio de comisiones económicas. En caso no aceptes a sus chantajes, corres el riesgo de ser "desaparecido".

Así lo explicó claramente el secretario general del Sindicato de Trabajadores en Construcción Civil (FTCCP), Luis Villanueva, quien aseguró en diálogo con La República que "muchos de nosotros estamos siendo reglados por mafias y sicarios que intentan controlar las obras y cobrar cupos".

La FTCCP es la mas importante del país y la más antigua, donde sus dirigentes cumplen el papel de garantizar el cumplimiento del régimen laboral de construcción civil y que los obreros no se vean perjudicados en sus salarios y otros derechos acordados. El problema está ahora en el crecimiento de seudosindicatos que si bien están inscritos de manera formal en el Ministerio de Trabajo, no son regulados y utilizan el sicariato para apoderarse de obras futuras.

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"Estos seudosindicatos tienen registro sindical del Ministerio de Trabajo que deben anularse. Desde 2011 han asesinado a 21 dirigentes de sindicatos afiliados a nuestra federación. Los peruanos necesitamos vivir en paz", agrega Villanueva.

Según fuentes policiales, solo en Lima operan más de 70 mafias que piden hasta más del 5 % del total de la inversión y gran porcentaje de puestos de trabajo que al final terminan siendo fantasmas o son vendidas a obreros por 300 soles como mínimo y con una exigencia de 10 a 20 soles semanales para "asegurar su puesto".

Ante esta problemática, los diferentes gobiernos de turno prometieron tomar medidas drásticas para erradicar a esta mala hierba del país; sin embargo, en la práctica no se ha conseguido nada importante y los crímenes, como la ocurrida esta mañana en San Miguel, siguen siendo parte del menú presentado por los medios de comunicación en el país, la cual siempre tendrá una sola conclusión: no hay seguridad.