Caso de trabajador y profesora hallados sin vida en el Vraem da giro inesperado: necropsia revela datos reveladores

Las necropsias revelaron signos de tortura y traumatismos craneales en ambas víctimas del brutal asesinato ocurrido en el Vraem. Además, una de ellas falleció por asfixia mecánica.

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Encuentran muertos a un empleado del Gobierno Regional de Ayacucho y a una docente que habían sido reportados como desaparecidos en el Vraem.
Encuentran muertos a un empleado del Gobierno Regional de Ayacucho y a una docente que habían sido reportados como desaparecidos en el Vraem. Fuente: GLR - Crédito: Composición El Popular

El hallazgo de dos cuerpos sin vida en el corazón del Vraem ha estremecido a toda la región de Ayacucho. Se trata de Jesús Quintanilla Mendoza, trabajador del Gobierno Regional, y la profesora Aydé Sosa Figueroa, quienes fueron reportados como desaparecidos desde el 4 de mayo. Sus restos fueron encontrados el domingo 11 de mayo en Valle Esmeralda, una zona remota y peligrosa del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro. En la siguiente nota, te contamos todos los detalles.

Necropsias revelan posibles signos de tortura

De acuerdo a lo indicado por las autoridades, los resultados forenses han arrojado detalles estremecedores sobre la muerte de Jesús Quintanilla Mendoza y Aydé Sosa Figueroa.

La necropsia determinó que ambos sufrieron traumatismos encéfalo craneanos severos, producto de fuertes golpes con objetos contundentes. En el caso del trabajador del Gobierno Regional, se identificó además una fractura de base de cráneo con hemorragia interna.

Por su parte, la profesora falleció también por asfixia mecánica, probablemente causada por un agente oclusivo, lo que apunta a un crimen planificado.

Los cuerpos fueron hallados a un metro de profundidad y a escasos 50 metros de un laboratorio de drogas, lo cual sugiere un intento de ocultamiento deliberado.

Primeras investigaciones apuntan a un posible móvil vinculado al narcotráfico

Las primeras indagaciones sobre este doble crimen en el Vraem han comenzado a dibujar un panorama inquietante. Según fuentes policiales, el terreno donde fueron encontrados los cuerpos pertenece a la profesora Sosa, quien lo habría alquilado a terceros sin saber, aparentemente, que en la zona se operaba un laboratorio clandestino de drogas.

Se presume que la docente habría expresado su rechazo al uso ilícito del predio, lo que pudo haber motivado su asesinato y el del trabajador del Gobierno Regional que la acompañaba por motivos técnicos.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista especializado en actualidad, vida y deportes. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactor en El Popular. Interesado en temas relacionados como economía, coyuntura nacional e internacional, trucos caseros y educación.

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