Qué es el hacking ético y por qué es importante para las empresas

Una de las disciplinas que ofrece seguridad para las empresas y organizaciones es el hacking ético. Se convierte en una herramienta fundamental si se quiere constituir un entorno seguro para el correcto funcionamiento y servicio de las empresas, con el fin de hacer frente a posibles hackers u otras amenazas cibernéticas que, básicamente, pueden ocasionar daños en la gestión interna. Por tanto, ¿qué papel juega entonces el hacking ético?, ¿por qué es importante para las empresas?, ¿cómo se puede llegar a ser un hacker ético?

Para dar respuesta a todas estas preguntas, te mostramos a continuación toda la información para llegar a ser un experto en ciberseguridad y conocer todo lo referido a la tendencia del hacking ético.

¿En qué consiste el hacking ético?

La práctica del hacking ético consiste en el uso de habilidades para la identificación de amenazas peligrosas cibernéticas que puedan vulnerar la seguridad de una empresa. Permite la protección de información y otros datos privados para que, de este modo, no haya ningún tipo de peligro que perjudique la seguridad de la empresa. En todo momento, se rige a un código de conducta ético con el que garantizar, precisamente, la correcta práctica profesional. Por esta razón, se puede decir que el hacking ético es una práctica completamente legal que está autorizada.

Las técnicas y herramientas avanzadas con las que trabaja el hacker ético permite disimular ataques reales y descubrir posibles fallos de seguridad. A partir de ahí, se establecen soluciones y medidas preventivas que garanticen la seguridad. Hay que tener en cuenta que los riesgos en el mundo cibernético son constantes, de tal manera que el hacking ético se caracteriza por su mentalidad proactiva en favor de una adecuada seguridad digital.

¿Por qué es importante el hacking ético para las empresas y organizaciones?

El hacking ético proporciona a las empresas una serie de ventajas en cuestión de seguridad cibernética, ya que puede identificar y corregir posibles peligros o vulneraciones que se detecten, es decir, neutraliza por completo a los ciberdelincuentes. A su vez, protege la información privada, evita posibles brechas de seguridad, controla las conductas fraudulentas y evita posibles perjuicios en aspectos financieros.

Un aspecto que merece la pena señalar es que el hacking ético también genera tranquilidad en las empresas. En todo momento, no infringe la regulación de protección de datos, muestra compromiso de seguridad, tiene la autorización con la que actuar de forma legal y genera absoluta confianza entre los clientes y trabajadores. Se puede decir, por tanto, que facilita mucho el trabajo y proporciona estabilidad empresarial.

Diferencias entre hacking ético e ilegal

La diferencia entre el hacking ético y el ilegal se puede percibir, fundamentalmente, en el tipo de actividad de cada uno. El ético trabaja siempre dentro de un marco legal y autorizado, de tal manera que siempre cumple con las normas éticas para que, finalmente, queden protegidos los sistemas informáticos y se pueda trabajar correctamente sin que haya amenazas cibernéticas. En cambio, el ilegal consiste en todas las prácticas fraudulentas que se salen de la legalidad y que suponen una amenaza para las empresas por el robo de información, generar fraudes financieros y la obtención datos ilegalmente de los sistemas informáticos.

¿Cómo ser un hacker ético?

Para ser un hacker ético hay que tener una serie de conocimientos y aptitudes en ciberseguridad. Por un lado, es importante saber los distintos lenguajes de programación y mantener un claro control de las redes y sistemas informáticos para administrarlos correctamente. Por otro lado, es importante dominar la configuración de toda la infraestructura que supone internet y dominar la configuración de redes de internet.

Normalmente, un hacker ético tiene formación en informática o puede haber cursado una maestría/curso de especialización en ciberseguridad. Solo así se puede alcanzar el éxito en el dominio y control de los sistemas informáticos. No obstante, también influye la personalidad, ya que el hacker ético debe ser proactivo, mantener buena actitud, constancia en el trabajo, adaptarse a los cambios, saber trabajar bajo presión, ser versátil y funcional, tener paciencia para el análisis y mantener comunicación interpersonal.