Cajamarca: Hombre mata a ex pareja y ex suegra por celos

 Cajamarca. Los feminicidios siguen estremeciendo al país. Esta vez el comerciante James Alexander Cruz Sánchez (33), devorado por los celos, asesinó a cuchilladas a su ex conviviente y también a la madre de esta, que salió en su defensa. 

Luego se entregó a las autoridades supuestamente arrepentido. El doble homicida llegó ebrio la noche del domingo a casa de sus víctimas en el Jr. Mario Urteaga N° 297, donde ambas administraban una bodega.

Fuera de sí, Cruz Sánchez  golpeó la puerta del predio e irrumpió a la fuerza en el mismo. Según él, solo quería retomar la relación con Lisbeth Sánchez Torres (28), madre de su hijo de seis años, de quien se había separado hace unos meses debido a sus constantes maltratos y sus celos enfermizos.

OTRA PAREJA

Es más, según familiares, Lisbeth tenía otra pareja, la que incluso le había pedido formalizar la relación esta semana.

Quizás enterado de que su ex lo había sepultado en el olvido y quería rehacer su vida, Alexander Cruz maquinó su venganza. 

Según dijo a los agentes de la Divincri del sector, regresó de Pucallpa hace tres días para tratar de reconquistar a Lisbeth, pero ella no le contestaba el teléfono y lo eludía en la calle porque estaba acompañada de familiares.

Por eso el domingo, en estado etílico, cerca de las 10:00 pm fue a consumar su crimen.

CON EL CUCHILLO

Ingresó a la bodega de sus víctimas y, tras discutir con Lisbeth Sánchez, extrajo un cuchillo de cocina y la mató. Doña Filomena Torres Díaz (55) trató vanamente de defender a su hija del brutal ataque, pero corrió la misma suerte. 

El asesino escapó, pero  ayer a las 7:00 am, en compañía de su padre y hermanos, acudió a la comisaría de La Primera, donde confesó el crimen.  

Los efectivos se dirigieron inmediatamente al lugar de los hechos, encontrando en la cocina el cadáver de Lisbeth Sánchez. Al costado se halló el cuchillo. 

En otro extremo del ambiente se podía observar el cadáver de Filomena Torres.

En el colmo de la barbarie, Alexander Cruz escribió con la sangre de sus víctimas en las paredes del inmueble que ellas merecían morir por haberlo traicionado. (E. Guerrero)