Dos devotos de venerada cruz mueren en profundo abismo
La fiesta patronal de la Santísima Cruz de Huamantanga, en Huinco, Santa Eulalia, terminó en tragedia luego de que dos de sus devotos fallecieran al caer a un abismo de 800 metros, tras participar de las celebraciones.El taxi en el que viajaban se despistó en una curva cerrada, aparentemente, producto de la velocidad y el licor que habría ingerido el chofer, que es una de las víctimas mortales.
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María Aybar
La fiesta patronal de la Santísima Cruz de Huamantanga, en Huinco, Santa Eulalia, terminó en tragedia luego de que dos de sus devotos fallecieran al caer a un abismo de 800 metros, tras participar de las celebraciones.
El taxi en el que viajaban se despistó en una curva cerrada, aparentemente, producto de la velocidad y el licor que habría ingerido el chofer, que es una de las víctimas mortales.
HALLAN CUERPOS
Según las investigaciones, el accidente ocurrió a las tres de la mañana del pasado sábado, pero los cadáveres fueron recién ubicados ayer por lugareños.
El estudiante de Ingeniería Civil Ernesto Isaac Ambrosio Ávila (29) y el taxista Máximo Leonid López Amaro (27) perdieron la vida producto de las graves lesiones que sufrieron durante la caída.
Ambos viajaban en la camioneta station wagon Toyota Probox de placa TGZ 973 que López Amaro alquilaba a Sonia Espinoza.
DEVOCIÓN LO MATÓ
Tanto Ambrosio Ávila como Máximo López eran fieles devotos de la venerada cruz, cuya fiesta central se celebra los 2 y 3 de mayo en el pueblo de Huinco.
Aprovechando el fin de semana, el estudiante llegó desde Huancayo para participar de las celebraciones sin imaginar siquiera que su devoción lo llevaría a una horrenda muerte.
Del taxista se sabe que aprovechó la afluencia de público al pueblo para hacer servicio de taxi y se habría quedado bebiendo licor.
CURVA DE LA MUERTE
El accidente ocurrió en la llamada Curva de Chingri, 15 minutos después de que el vehículo partiera de Huinco.
La policía informó que los cuerpos salieron disparados del siniestrado vehículo mientras este rodaba dando vueltas de campana, cuesta abajo. Lacamioneta station wagon quedó totalmente destrozada al pie del río.
En el borde de la carretera las autoridades encontraron las huellas del vehículo cuyo chofer habría tratado inultimente de reaccionar a último momento. Para retirar los cadáveres del fondo del abismo, los policías, apoyados por pobladores, descendieron con sogas. Tardó más de una hora en bajar y el doble en subir.
Los cuerpos fueron internados en la morgue de Lima.
SE SALVÓ DE MILAGRO
Una mujer dijo que a las 12 de la noche pidió a López Amaro la regrese a Chosica, pero este se negó por cuatro veces diciéndole que bajaría más tarde. “De haber aceptado, estaría muerta”, afirmó.
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