Chibolo vive con bala en el bobo

Milagro antes de Navidad. El menor Abel Sotomarino Reyes (12) salvó de morir, pero está condenado a vivir con una bala en el corazón luego de ser baleado por pandilleros. El hecho ocurrió cuando el chiquillo jugaba con sus amiguitos en la puerta de su casa en el Callao.

Entre lágrimas, el pequeño Abel pidió a Dios que le ayude a someterse a otra operación para que le extraigan el proyectil y tener una vida normal. Sin embargo, el cirujano cardiovascular Francisco Asmat Abanto manifestó que el menor ya no corre ningún riesgo, pues “la bala no originó lesiones en el corazón. Se alojó en la región posterior del pericardio, junto al ventrículo izquierdo”.

El galeno indicó que gracias a un equipo de médicos del hospital Alcides Carrión, se logró salvar la vida de Abel, que llegó en estado crítico. “Ahora camina, come y volverá a jugar con sus amiguitos,” acotó el doctor Asmat.

Djangos andan sueltos

Familiares del pequeño exigieron a la PNP la captura de los criminales que dispararon contra la camioneta SW ploma de placa SP-5907. Por ello una bala perdida le cayó al pequeño Abel. Fue el viernes último en el cruce de las avenidas Carrillo Albornoz y Contralmirante Villar, a tres cuadras de la jefatura policial Alipio Ponce, Callao. No es la primera vez que ocurre un hecho de esta naturaleza. Hay varias víctimas y la PNP no hace nada.

(D. Aguirre)