Perrea un libro: campaña para promover lectura en México

No se conoce la veracidad de esta campaña hecha en una prestigiosa universidad mexicana pero ha sido catalogada de clasista, racista y hasta ridícula. Se trata de una propaganda que busca fomentar la lectura juntándola con reggaetón o perreo.

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Campaña mexicana Perrea un libro recibe críticas de todas partes.
Campaña mexicana Perrea un libro recibe críticas de todas partes.

No se conoce la veracidad de esta campaña hecha en una prestigiosa universidad mexicana pero ha sido catalogada de clasista, racista y hasta ridícula. Se trata de una propaganda que busca fomentar la lectura juntándola con reggaetón o perreo.

Hace poco el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó la campaña "Perrea un libro" en sus redes sociales, al poco rato fue retirado de todas sus plataformas.

En el video que sigue alojado en YouTube se mostraba a dos cantantes que estaban de acuerdo en mezclar la lectura con la música de connotaciones sexuales.

"A los jóvenes no les gusta leer libro pero les gusta bailar", explica el DJ Chancho, un productor de reggaetón. Mientras que el escritor Fernando Curiel, también investigador del mencionado instituto, aprueba la promoción del texto bajo cualquier sentido.

Es el panameño Baby Killa, quien dice que cuando compuso el libro de Curiel "Tren subterráneo" al ritmo del reggaetón " ya la cantaban se les demostró que habían empezado a leer un libro".

Una estudiante afirma que "todo lo que venga con el reggaetón es bueno, todo lo que venga con la lectura es bueno".

La controversia no quedó solo en la filmación. Diversos intelectuales, entre ellos J. M. Servín, comentaron: “La iniciativa de la UNAM de ‘Perrea un libro’ me parece lamentable. ¿Eso es lo que proponen los académicos de la ‘máxima casa de estudios’? Es tanto como aceptar el fracaso del sistema educativo para fomentar la lectura. La letra con sangre entra, dicen por ahí, y mientras la lectura y la redacción no sean materias obligatorias en todos los niveles del sistema educativo, todas las iniciativas para seducir los jóvenes con la lectura parecen paliativos de padres que no saben cómo corregir a sus hijos".

Y es que se piensa que el perreo está asociado a la clase que menos lee, cuando las estadísticas sobre analfabetismo funcional, demuestran lo contrario.

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