Korina Rivadeneira hace reveladora confesión sobre sus días en la clandestinidad

Sentimientos encontrados vienen a la mente de Korina Rivadeneira a dos semanas de Navidad. Estuvo entre el cielo y el infierno cuando se casó con Mario Hart y casi fue deportada del Perú.

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—Será una Navidad especial y la primera como casada.

—Sí, estoy contenta, la pasaré con mi hermana y papá a quien no veía hace tres años, eso me hace muy feliz. Mi familia conocerá a la familia de Mario, será un lindo momento para conocer a las dos familias.

—¿Tu corazón guarda rencor por todo lo que pasaste?

—No, no soy una persona reconrosa. En mi corazón solo hay paz.

—¿Tampoco a Peluchín, quien fue una de las personas que más te criticó?

—Fue su trabajo, no comparto lo que hizo pero era su trabajo.

—Este año de casaste y casi te deportan, si tienes que hacer un mea culpa, ¿cuál sería?

—Quizás haberme expresado en los videos que hice (cuando estaba en la clandestinidad), me hizo ver como prepotente. Estaba en un momento vulnerable, me arrepiento de eso, pensé que era la única forma de defenderme. Otras personas hubieran hecho lo mismo.

—¿Qué sientes cuando te dicen Korina “la huaralina”?

—Nada, lo dijeron por burla, qué puedo hacer yo, son cosas que pasaron. Estoy tranquila y feliz ahora.

—¿Mario y tú se acercaron a la religión?

—Tiene tatuajes de Cristo, siempre estuvo apegado a la religión, cuando pasó todo esto, estuvimos yendo a la iglesia. Que Mario esté cerca a Dios no es novedad para mí, pasaron cosas increíbles. Soy muy creyente.

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—¿Ocho meses de casada?

—Soy feliz, Mario me ha demostrado que me ama, la felicidad se completará con un hijo, eso será más adelante.