Mónica Cabrejos: "Todos tenemos un troll"

La escritora Mónica Cabrejos nos habla sobre como son en la actualidad 'los trolls', pues para ella dejaron de ser aquellas pequeñas y simpáticas criaturas con pelos multicolores para convertirse en gente anónima que utiliza las redes sociales para ridiculizar a los demás.

Únete al canal de Whatsapp de El Popular
"Un troll es quien escribe mensajes punzantes"
"Un troll es quien escribe mensajes punzantes"

Los trolls ya no son esas pequeñas y simpáticas criaturas con pelos multicolores a quienes veíamos por la tele vivir empeñadas en hacer travesuras inofensivas; caso contrario, los trolls virtuales son criaturas anónimas que tienen como consigna ridiculizar e importunar a quien goce de cierta notoriedad en las redes sociales.

LEE MÁS: Mario Hart practica box y envía duro mensaje a Jonathan Maicelo [VIDEO]

Un troll es quien escribe mensajes punzantes, vehementes y controversiales con el fin de crear polémica y ganar notoriedad dentro de una comunidad virtual. Estas “criaturas virtuales” viven y se alimentan de sus ganas de molestar, son expertos en joder (literalmente) la existencia. Se quejan, corrigen, discuten, hacen prevalecer su argumento y, cuando ya no pueden sostenerse, empiezan a insultar. Son aquellas amistades que comentan sus fotos con mala leche, son los malos de la película, los villanos del time line.  

¿Pero qué motiva a una persona a gastar momentos de su día en provocar a otros? Pues el sencillo placer de llamar la atención, botar su envidia y picar una respuesta, lo cual los satisface emocionalmente. Los trolls tienen un falso ego intelectual pues se consideran superiores e intentan reafirmar su autoestima ridiculizando públicamente a gente con notoriedad.  

MIRA TAMBIÉN: Ed Sheeran ya está en Lima y viajaría a Machu Picchu antes de concierto [FOTO Y VIDEO]

En algún momento de nuestra vida nos ha tocado enfrentarnos con un vecino del barrio, un compañero de clase o de trabajo inconforme con su existencia, lo cual lo ha motivado a fijar su atención en nosotros por el simple hecho de representarle todo lo que desea ser. Hablan mal, inventan historias, nos insultan y son presos de su propia envidia; son exactamente iguales a los virtuales, con la única diferencia de que a los reales se les puede enfrentar cara a cara. 

La mejor manera de matar a un troll es ignorándolo, pues limitas su reacción. Con la indiferencia le haces saber que eres superior  pues no te has dejado arrastrar a su retorcido juego. Una sonrisa irónica es el mejor antídoto para un perverso troll (de la vida real o virtual).   

SOBRE EL AUTOR:

Revisa todas las noticias escritas por el staff de redactores de El Popular.