Mónica Cabrejos: El manual para descifrar a las mujeres

Días atrás vi un hashtag que decía #diccionarioparaentenderalasmujeres, seguido de frases muy jocosas que develaban largamente aquel doble discurso femenino con el que decimos una cosa cuando realmente pensamos otra. 

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Con seguridad aquella etiqueta fue creada por un hombre a punto de romperse la cabeza tratando de entender a su mujer. Intenté entrar en la pelea creando #Elmanualparadescifrarlos sin gran éxito, pero obtuve valiosa información, que hoy ofrezco como detalle navideño a nuestras lectoras.   

A continuación, información vital para comprender a los incomprendidos.

LO que QUIEREN DECIR CUANDO... Cuando un hombre le dice a una mujer después de conocerla: “¿bailamos?, te gustaría ir al cine, te puedo invitar a cenar, te puedo llamar para quedar el viernes, te visito para conversar, si estás cansada te hago un masaje, nos tomamos un vinito, vamos a comer y después vemos qué hacemos”.  

Sus palabras son solo un protocolo para llevarte directo y sin escala al amor carnal. Mientras ellos nos imaginan sin ropa nosotras vagamos imaginariamente creyendo que encontramos a nuestra media naranja.    

EL POR QUÉ DE CUANDO ELLOS HACEN

Ellos tienen cero estrategias en las cosas simples de la vida. Si un hombre dice: “Tengo sueño, tengo hambre, estoy cansado”.

Realmente lo dice porque así es. Entonces estimadas lectoras, sumerjámonos en asuntos complejos relacionados con su lado emocional. Conductas comunes y reiterativas respecto a las relaciones. 

OÍDOS SORDOS EN UNA PELEA

Cuando un hombre guarda silencio en una discusión o simplemente toma distancia (física) después de un problema no denota la poca importancia que le dan a la situación, caso contrario es porque la relación les interesa y quieren que continúe. No se desgastan en discusiones ni peleas carentes de sentido. Hacen oídos sordos, dejan que la cosa enfríe y luego todo vuelve a su cauce normal.  

ME GUSTAS, PERO ME VOY

“No quiero hacerte daño, me gustas demasiado para tener algo contigo, no podría hacerte feliz”. En verdad él no quiere dañar y esa es su real intención, pero ignora que con estas frases ambiguas (me gustas, pero me voy) y sus actitudes dubitativas justamente están dañando. Se van porque no son malos y no quieren lastimar (aunque lo hagan). Buscan distancia cuando sienten dependencia emocional temprana. Sea una situación verdadera o solo una equívoca percepción prefieren despedirse con este cliché antes de complicarse la vida.