Mónica Cabrejos: Los mandamientos del buen amante

Me atrevo a elaborar diez mandamientos como principales obligaciones de un buen amante.

Primero: amarás y disfrutarás tu orgasmo por sobre todas las cosas 

El orgasmo es un evento maravillosamente placentero y es el fin de toda relación carnal.

Segundo: amarás y disfrutarás el orgasmo de tu pareja como el tuyo mismo 

El orgasmo de tu pareja es tan importante como el tuyo, el sexo es más placentero cuando se piensa en el otro. 

Tercero: no consagrarás días festivos para tener sexo

El error en el que caen muchas parejas es establecerse horarios para amarse. El sexo es espontáneo, natural e inesperado, simplemente se deja llevar por las ganas y por el momento. 

Cuarto: honrarás al condón y al lubricante 

Los condones nos garantizan una higiene correcta, evitan el contagio de VIH y las ITS; los lubricantes nos facilitan el uso de los condones, la manipulación de zonas prohibidas y la fluidez de nuevas caricias.

Quinto: no matarás la pasión 

Evita que los problemas familiares y laborales invadan tu vida sexual. Llega a la cama libre y listo a disfrutar del sexo.  

Sexto: cometerás actos impuros 

Atrévanse a desafiar a la propia naturaleza y a las normas establecidas por los tabúes sexuales.    

Sétimo: no fingirás 

Eviten fingir orgasmos, pues es lo más nocivo para una relación sexual, ya que tu pareja creerá que está haciendo lo correcto. 

Octavo: no jurarás en nombre del amor por sexo  

Ningún amante deberá tomar en nombre del amor a una persona por sexo.  Es deshonesto e injusto con el otro (a) dejarnos llevar por nuestros instintos carnales y engañar en nombre del amor.

Noveno: no evitarás los juegos sexuales 

Dedicarle tiempo a los juegos sexuales previos al coito garantiza un cien por ciento la efectividad del placer y un orgasmo completo. 

Décimo: No anhelarás a la pareja de tu prójimo 

El ideal es evitar tenerle ganas a la pareja de un amigo (a), pariente o conocido, pero como la naturaleza del ser humano es polígama es imposible impedirlo.

Resiste a la tentación y quédate en el plano de las fantasías, sufre con estoicismo y recuerda que la mayor felicidad es la conciencia pura y tranquila.

Cumple a cabalidad los diez mandamientos de un buen amante y te consagras al placer eterno.