“No quise ser técnico, estudié para gerente”: Edgar Villamarín pasó de las canchas al escritorio en Melgar

El ex defensa cuenta cómo le va en su nuevo desafío. Bromea por su amistad con Fernández y la familia que encontró gracias al fútbol.

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Edgar Villamarín y su nueva etapa como Gerente Deportivo de Melgar.
Edgar Villamarín y su nueva etapa como Gerente Deportivo de Melgar.Fuente: GLR - Crédito: Composición de El Popular

En corto tiempo, Edgar Villamarín dejó de vestirse de corto para pasar al terno y la corbata en FBC Melgar pero su pasión por el fútbol no tiene fecha de caducidad.

Hoy, el ex defensa, es el gerente deportivo del FBC Melgar de Arequipa, con el que espera lograr grandes cosas.

—Edgar, ¿cómo le va como gerente deportivo de Melgar?

—Bien, la verdad es que vamos por buen camino, tenemos claros cuáles son los objetivos tanto en el plano administrativo como en el plano futbolístico y nos estamos encargando de eso.

—Es algo que no puede ir por separado...

—Ahora más que nunca. Hemos entendido que todo va de la mano, si tenemos una buena administración el equipo solo se dedica a jugar y eso es lo que buscamos.

—¿Se imaginó como gerente deportivo al terminar su carrera como futbolista?

—Sí. Yo tenía claro cuál sería el siguiente paso para mí en mi carrera, decidí hace bastante tiempo que no quería ser técnico.

—¿Por algo en particular?

—La labor de un técnico es muy grande y a veces no se le reconoce lo suficiente, me parece. Yo no podía imaginarme haciendo eso.

—Pero un gerente es más o menos eso...

—Sí, pero se trabaja desde otra perspectiva.

—¿Costó mucho la transición de futbolista a gerente?

—No mucho, porque yo ya estaba estudiando Administración y Gerencia Deportiva mientras jugaba, pero claro, una cosa fueron las clases y otra la práctica. Ahora trabajo con un gran equipo en un club que nos da la tranquilidad de hacer las cosas.

—¿Qué fue lo que más le costó en ese cambio?

—Creo que la toma de decisiones al inicio, pero vamos por buen camino.

—¿Y tiene llegada con los más jóvenes? ¿Le piden consejo?

—Sí, algunos, de vez en cuando. Pero entiendo que mi función no es esa, para eso hay un grupo de profesionales que están para orientarlos.

—Pero sería interesante que conozcan su carrera, ¿no? Que sepan que el gerente del club es un ex futbolista que jugó en el extranjero y en la selección.

—(Ríe) Nunca lo pensé así, seguro habrá oportunidad para comentarle a los más chicos, aunque ahora todo es internet, por ahí que si no me preguntan es porque ya me googlearon.

—¿Y de su paso por el exterior qué es lo que más recuerda?

—La gran amistad que hice con José Carlos Fernández. Él viajó conmigo y aunque se quedó poco tiempo conmigo nos hicimos muy amigos, de hecho es mi compadre espiritual.

ZLATAN FIRME Y BAMBA

—O sea es compadre de Zlatan...

—Pero del Zlatan bamba por si acaso... (ríe). Si hubiera podido conocer al sueco tendría una anécdota para toda la vida y hasta un libro podría haber escrito: Mi historia con los Zlatans (ríe).

— Si tuviera que elegir un técnico que marcó su carrera, ¿quién sería?

—Creo que lo resumiría a dos, José del Solar y Juan Reynoso. Pero tendría que decir que Juan, para mí, es un maestro en todo sentido. Y estoy seguro que lo es para todos los que dirige.

—¿Reynoso está en el pico de su carrera? ¿Cree que podría asumir el cargo en selección, por ejemplo?

—Juan está hace bastante rato capacitado para asumir un cargo de selección y entiendo que es su sueño, pero ahora tenemos un técnico en la selección muy capaz y seguro cuando llegue el momento Juan estará más que listo.

¡FAMILIA!

—Villamarín es un apellido poco común, ¿todos los Viillamarín son familia?

—Sí. Antes decían Villamarín y yo era el único, ahora somos como diez y todos jugando al fútbol, qué pena porque ya no me relacionan solamente a mí (ríe), pero me alegra que les vaya bien a todos.

—¿Todos son parientes?

—Sí, pero lo más curioso es que antes no nos conocíamos. Yo los he conocido ya grandes y nos hemos dado con la sorpresa de que el primo del hermano del tío... (ja, ja, ja) era pariente y finalmente todos éramos familia.

—O sea que el fútbol los unió...

—Y nada nos volverá a separar... por ahí nos verán bailando festejo juntos (ríe).

—¿Este será el año de Melgar?

—Yo estoy seguro que sí, tenemos un buen equipo, con un técnico que se involucra mucho con menores y nos da seguridad en todo sentido. Tenemos una deuda en la Copa, porque el año pasado nos quedamos por poco y ante el campeón. Este año será distinto.

SOBRE EL AUTOR:

Comunicadora de profesión, periodista deportiva por vocación. Bausatina. Mami de Gaby.

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