Cienciano del Cusco en rojo

Por Ramiro Velazco Bustinza (editor)No será la primera vez, si finalmente ocurre lo de Cienciano, que un equipo que ostenta uno o varios títulos  internacionales se va a la Segunda a llorar sus penas. Sucedió en Italia con Milan, Roma y la Juventus, en este último caso por culpa de sus dirigentes tramposos, en Argentina con River Plate, en Inglaterra con Manchester United, aquí mismo hace una punta de años con Alianza Lima, y también con otros clubes que alguna vez estuvieron en la cúspide, como Defensor Lima, Municipal, Sport Boys, San Agustín, y Torino, que tiene más campeonatos que nadie en la Copa Perú y hasta un subcampeonato nacional.MIRE ESTO: ¡Cienciano se aferra a la máxima división!En todos los casos, sin ninguna duda, es el resultado de muchos errores y horrores de sus dirigentes. No se ha visto que un equipo haya perdido la categoría porque sus jugadores se pusieron de acuerdo para ir a menos toda una campaña y ellos mismos clavarse el cuchillo en el corazón.Esta desgracia -porque así es- tiene su génesis en la gestión de los dirigentes. Se meten -muchas veces- en lo que no saben, como es gerenciar una empresa, porque un equipo de fútbol es eso; toman parte en la elección de los jugadores y creen saber más que el entrenador, tampoco aciertan con este y si se les ocurre, lo desembarcan a la menor alarma presionados por los hinchas y temerosos de que los insulten y les pidan cuentas y les exijan que renuncien.Y claro, sobre todo, porque no invierten ni bien ni de manera razonable, despilfarran en sueldos enormes, en "paquetes", y, cómo no, mismos magos, desaparecen el dinero que lo ganaron con el esfuerzo de los jugadores.Cienciano es un claro ejemplo. El único equipo peruano que ha ganado títulos internacionales hoy se encuentra en una grave crisis que viene desde que se apagaron los luces y los ecos de las celebraciones por la conquista de la Copa Sudamericana y la Recopa hace ya más de una década.El cuadro imperial que probó las mieles del triunfo como ningún otros cuadro nacional, que unió a todo el Perú como tampoco ningún otro lo hizo, que fue la admiración y la envidia de nuestros vecinos y el verdugo de varios grandes del continente, como Boca Juniors, en la Recopa, y River Plate, Santos y Atlético Nacional en la Copa Sudamericana, hoy está -salvo un milagro- sentenciado a perder la perder la categoría, porque sus dirigentes engordaron deudas y se la pasaron de taquito a sus sucesores y nadie supo encontrar la solución o lo hicieron a medias.El club rojo no digamos que fue millonario, pero recaudó mucho dinero porque después de sus conquistas internacionales mucho tiempo estuvo peleando siempre los primeros lugares, pero cada vez con menos caja, con buenos equipos. Nadie explica claramente, sin embargo, qué pasó con la plata, pero todos intuimos a dónde fue a parar realmente. Unos culpan a Juvenal Silva, él a los que lo sucedieron, estos a la Administración Temporal y esta a todos los demás.No será la primera vez que un club tan emblemático -y querido y admirado- como Cienciano dejará de jugar en la élite. El temor es que se extinga o que se vea confinado a la Liga de su ciudad o cuando vuelva -si vuelve- regrese como lo que es ahora, uno más. Ojalá nomás que no vuelva a caer en manos de incapaces y que cuando lo haga, no se vaya nunca más.