Joel Sánchez: “Muchas veces lloré junto a mi esposa”

Nicole Vásquez Cuba

Fotos: Marco Cotrina

Joel Sánchez está contando las horas y tachando los días en el calendario. “A estas alturas ya no me puedo desesperar”, dice sonriente.

Es que su castigo (de dos años) impuesto por la FIFA, que le impide jugar en el fútbol profesional, está por terminar el próximo 22 de enero y ya no sabe qué hacer para que el tiempo pase más rápido.

—Pocos se acuerdan que te sancionaron por dar positivo en un control antidoping por un partido de la selección...

−En el partido contra Bolivia jugado en La Paz (sonríe). Imagino que es porque ya pasó algún tiempo y a veces la gente olvida.

—¿Eso es bueno o malo?

−No sé, la verdad, quizá los hinchas pueden relacionarme con esa situación (doping) sin acordarse de los logros que pude haber alcanzado antes.

—¿Sientes temor de que el hincha te rechace?

−Temor no. El pasado debe quedar atrás. Si me esfuerzo al máximo no solo recuperaré mi nivel, sino también me podrán reconocer nuevamente por mis habilidades.

— Tal vez te convoquen de nuevo...

−Bueno, eso lo dejo en manos de Dios. Me esforzaré porque así sea. 

—¿Cómo transcurrieron estos dos años para ti?

−¡Uf!... han sido los dos años más largos de mi vida. Sentía que me faltaba algo. Tenía salud, a mi familia unida, pero entrenar junto con mis compañeros y saber que el fin de semana no iba a poder siquiera tener la esperanza de salir en lista, me mataba.

—Imagino que había días en que la impotencia te ganaba...

−Muchas veces lloré junto a mi esposa, y renegué, pero Dios me dio la tranquilidad que necesitaba.

—¿Te pegaste a la religión?

−Yo siempre he sido católico, así que entendí que quizá me tocó pasar por una experiencia para ser más fuerte y contaba con el apoyo de mi familia. Ahora ya estoy contando las horas.

—¿Cómo te sientes ahora que ya solo faltan días para que vuelvas?

−Estoy muy emocionado, es como si volviera a debutar. Tengo una alegría inmensa. Mi esposa dice que hasta mi cara tiene más color, pero eso se debe al sol que está fuerte (ríe).

—Lo bueno es que no pierdes el sentido del humor...

−La verdad es que si no hubiera tenido el apoyo de mi club, quién sabe si ahora estaría así de alegre. Siempre voy a estar agradecido con la San Martín, porque pese a todo, siempre estuvo de mi lado y me apoyó, ahora me toca retribuir eso con goles.

—¿Cómo te va con el nuevo técnico?

−Bien, para qué. Se nota que le gusta trabajar duro. Llegó y desde el primer día se conoce nuestras posiciones, nuestros nombres... nos tiene bien estudiados y eso es bueno porque todos queremos ser campeones este año. 

—Imagino que el año pasado habrás sufrido hasta el final por la situación del equipo...

−Bastante, había días en los que me daba ganas de entrar y ayudar, algunas veces hablaba con el profesor Uribe y él también me aconsejaba de que tuviera paciencia.

—¿Sientes que después de todo este podría ser tu año?

−Quiero que sea así.

—San Martín tiene un plantel joven, ¿es muy pronto para juzgarlos?

−Todos dicen lo mismo, pero se olvidan que acá la mayoría ya tiene bastantes años en la Profesional, somos jóvenes y esperamos con mucha humildad que nuestra experiencia nos sirva para llegar al campeonato.

—¿Qué vas a ser el 21 a la medianoche para celebrar que oficialmente el castigo terminó?

−Celebrar con mi esposa como se debe. En casa, en familia, todo tranquilo, total al día siguiente probablemente tenga que entrenar (ríe).          

SUSTANCIA PELIGROSA

Joel Sánchez fue castigado con dos años de inhabilitación por dar positivo en un control antidoping tras jugar un encuentro con la selección peruana por las Eliminatorias Brasil 2014. Sánchez dio positivo de metilhexanamina, sustancia que se encuentra en algunos suplementos nutricionales y que está prohibida por la FIFA.